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Cuautla, capital morelense. Entre la reivindicación y la confrontación. 15 de junio de 1874.

 

“El pueblo, en multitud inmensa salió […] hasta más allá de la entrada de la ciudad” de Cuautla, para recibir a las autoridades estatales. “Una ovación verdaderamente popular, entusiasta y conmovedora” recibió al gobernador sustituto, Miguel Quiñones, a los diputados del Congreso del Estado y a los magistrados del Tribunal Superior de Justicia, así como al gobernador constitucional con licencia, Francisco Leyva Arciniegas.

“Desde que se tuvo noticia en […] Cuautla que la traslación de poderes era una realidad, el entusiasmo de los vecinos ha sido general, cooperando unos con recursos pecuniarios y la mayor parte con sus personas para el transporte de los muebles de las oficinas”, consignó el Periódico Oficial El Orden. Dos semanas antes, el 1 de junio, “se presentaron en Cuernavaca más de mil quinientos hombres de á pie y de á caballo” para realizar la mudanza.

“Como en el día no pudieron llegar [a Cuautla] unos carros cargados con parque y armamento hicieron su entrada en la noche, [con] las calles […] bien iluminadas, y no obstante lo avanzado de la hora, la mayor parte de la población esperaba la llegada de esos carros […] custodiados por treinta jóvenes de lo más selecto de la ciudad”. Los cuautlenses hicieron “espontáneas manifestaciones de júbilo”, replicó el diario El Siglo Diez y Nueve.

Sin embargo, en Pero Grullo se consignó: “Leyva I, en su despecho contra Cuernavaca, [dispuso] cambiar la capital del Estado á Cuautla, pero los hijos de esta población, teniendo en cuenta la ingratitud con que han sido tratados por este sultán, y temiendo la cercanía de la ferocidad de este héroe y de sus allegados, han recibido á pedradas al titulado gobierno”. Y sentenció: “Cuautla ha demostrado que sus hijos son dignos descendientes de Morelos”.

Cuautla, “infortunado pueblo sigue siendo víctima de la tiranía y de la arbitrariedad de Leyva [ya que], “con motivo de la traslación de los poderes […] se obligó á los habitantes indígenas y no indígenas, que son pobres, á llevar sobre sus hombros los archivos, muebles y utensilios de las oficinas sin retribución de ninguna especie”, se denunció Pero Grullo. “Y si esto no es anticonstitucional y tiránico, que baje Dios y lo diga”, retó el bisemanario.

Entre el 15 de junio de 1874 y el 5 de enero de 1876, Cuautla, la Heroica Ciudad de Morelos, fue la capital morelense. Según la actualización del censo de 1872, 140,253 habitantes se distribuían en la entidad, conformada por 5 distritos, 27 municipalidades, 5 ciudades, 12 villas, 108 pueblos, 51 ranchos y 45 haciendas. Con este tardío cuan efímero acto de justicia se honró la memoria de quien, con su apellido, dio nombre al estado de Morelos.

Imagen: Sala capitular de Cuautla y retrato de José María Morelos y Pavón.

ca. 1910. Archivo Jesús Zavaleta Castro.