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El día después de la derrota electoral de la oposición, puede ser más largo que el día de la elección y los días de campaña. Aquellos que presumen de inteligencia, “los intelectuales” que producían “suciedad” —dicho por ellos mismos—, no terminarán ese día hasta que reconozcan que se equivocaron. Algo muy difícil para quienes siempre les había ido bien, pensando que eso se debía a cómo lo hacían y haciendo lo que hacían. Por eso les cuesta tanto aprender de sus errores, reconociendo que se equivocaron.

Para los morelenses es muy importante dejar a un lado a esas personas, aquellos que siguen creyendo que la victoria contundente, apabullante de Claudia y de Margarita, es regresar al pasado. En Morelos, no se han dado cuenta que el abandono de nuestro estado y nuestra ciudad es producto de ese pasado y que nunca nos dejó nada bueno, ni buenos gobiernos ni prosperidad, sólo corrupción, captura del Estado, violencia e inseguridad y abandono y deterioro en todas partes de Morelos. Por eso lucimos y nos vemos tan mal, y nos ven tan mal los que nos visitan.

A estos nostálgicos del pasado les preocupa que no habrá contrapeso en el poder legislativo nacional y local. ¿De verdad había contrapesos al poder ejecutivo estatal desde el poder legislativo local? No los había. Se resolvían mediante corrupción. Existen muchos casos, desde hace varios sexenios de gobierno estatal, que se resolvían, como me lo dijo un secretario de gobierno, maiceando a los diputados u otro diputado que me dijo que se daban 700 mil pesos a cada diputado por aprobar las iniciativas del gobernador en turno o denuncias de corrupción por la barra de abogados en contra de la cámara de diputados para las nuevas designaciones de varios magistrados del tribunal superior de justicia, o denuncias de los propios magistrados en contra de otros magistrados que “cabildeaban” a favor de un presunto homicida, para que no se le vinculara a proceso y se le dejara “seguir su proceso en libertad”.

La nueva gobernadora de Morelos tiene mayoría legislativa, pero eso no significa regresar al pasado. La nueva mayoría calificada en la cámara de diputados del Congreso de la Unión y, casi, en la cámara de senadores —hoy sabemos que sólo les faltaron dos para obtener esa mayoría calificada en el senado— tampoco es regresar al pasado. De hecho, es una gran oportunidad para no regresar al pasado ni en el gobierno ni en la discusión pública: teniendo que “chutarnos” a los “intelectuales” y “periodistas” con su “infumable” discurso y argumentaciones para sostener lo insostenible, como candidata derrotada de la oposición PRI/PAN/PeRDeré. La Reforma Judicial no es un regreso al pasado, es decir, permitir que varios ministros sigan intentando solapar y favorecer a empresarios con sus sentencias, a narcotraficantes y sus familiares, o influir con amenazas de la presidenta de la suprema corte de justicia a los miembros del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en la dictaminación de la elección presidencial o dejar las cosas como han estado en el poder judicial —¿desde hace cuántos años?— con sueldos de varios cientos miles de pesos mensuales y pensiones vitalicias a los ministros de la SCJ; o en el INE con los miembros del Consejo General cobrando también varios cientos de miles de pesos de sueldo mensual. Dejar esto así no es regresar al pasado y preocuparnos porque la mayoría calificada de las cámaras locales y federales pueda romper con estos privilegios.

Regresar al pasado es permitir que el fuero de diputados, senadores, fiscales y… nos impida llevar a juicio a todos aquellos políticos que con sus “pluris” están muy tranquilos que nadie los pueda juzgar. Quitarles el fuero a los políticos debería de ser parte de esa reforma judicial. El “fuero” es un permiso para delinquir y para permanecer impunes. ¿Supo usted de la denuncia de una mujer en contra del presidente del CEN del PRI, “Alito” Moreno? Pero por supuesto, nada de eso va a prosperar, pero ni de broma, porque el señor es diputado y desde el 1 de septiembre tendrá fuero de senador. La Reforma Judicial debe incluir: quitarles el fuero a nuestros representantes políticos. Esto evitaría la impunidad y permitiría la procuración de justicia.

Sin embargo, Morena ganó en la cámara de diputados local y en la gubernatura, pero ¿Cómo evitará Margarita y nuestros diputados regresar al pasado, que en Morelos sigue siendo presente? Esa es nuestra pregunta para la gobernadora y nuestros diputados. Hasta ahora, además de que Margarita ofreció en su campaña que el Fiscal se iría, con un congreso de mayoría sería posible. Ya le preguntaron al Fiscal y aceptó que si lo determina el Congreso Local tendría que irse. ¿A dónde? No sabemos, pero tiene una orden de aprehensión pendiente. Sin embargo, preguntó: ¿En la Reforma Judicial de la 4T y Claudia, está contemplada una Reforma de la Fiscalía General de la República y de los estados del país? Hace una falta tan grande en el estado con la mayor corrupción de país y con falta de justicia más alta del país también. El Comisionado Estatal de seguridad de Morelos declaró hace poco: “somos el estado número uno en impunidad, aquí no hay persecución del delito por parte de la Fiscalía General del Estado que encabeza Uriel Carmona Gándara” (R. Morelos Cruz, La Jornada, abril 17, 2024) No hay que olvidar que la mayoría de los delitos que se cometen en el país son del fuero común y de investigación y procuración de justicia estatal. Por eso preguntamos: ¿hasta dónde llega la Reforma Judicial?