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Canadienses insisten en operar en Tetlama

 

+ Defensores de la tierra advierten de la intención de industria minera por retomar trabajos en este año

+ La actividad minera pondría en riesgo el medio ambiente de toda la región, de acuerdo con estudios de impacto ambiental realizados por más de una década

+ La zona arqueológica de Xochicalco también estaría en riesgo por las excavaciones y explosiones requeridas para la extracción de minerales

Malu Medina y La Jornada Morelos

Después de meses de silencio, la empresa minera canadiense titular de una concesión para explotar metales en la zona de Tetlama, municipio de Temixco, en Morelos ha retomado discretamente el proyecto de explotación al que hace referencias en su documento “Perspectivas de Exploración 2024”, en que cita, entre otras, el proyecto que parecía haberse diluido a finales del año pasado.

Morelos es un estado rico en minerales, agregados pétreos, la arena y el tezontle. Y aunque en menor medida, el oro, la plata y el cobre presentes en una parte del territorio, como el pueblo de Tetlama, despertó hace más de una década el interés de la minera canadiense Alamos Gold, que después cambiaría su nombre a Esperanza Silver con modificaciones menores al proyecto original de una mina de tajo abierto.

La empresa obtuvo la concesión en agosto de 2013, para lo que compró 15 mil hectáreas de terreno. Habitantes de las comunidades afectadas (Miacatlán, Palpa, Coatetelco, Palo Grande, San Agustín Tetlama, Cuentepec, Alpuyeca y Xochitepec) solicitaron entonces información a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) sobre el proyecto y exigieron que la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) fuera tratada en consulta pública, la cual se realizó el 21 de febrero de 2013. El 5 de junio de 2013 la Semarnat negó autorización debido al negativo impacto ambiental que tendría el proyecto por lo que no llegó a la fase de explotación.

La empresa hizo diversas modificaciones al proyecto que requerían la ampliación por lo que adquirió tierras muy cercanas a la zona arqueológica en Xochicalco.

El INAH se pronunció en contra de la operación del proyecto minero advirtiendo del daño irreparable que causaría al patrimonio histórico de la humanidad, lo que frenó los trabajos en esa zona. Sin embargo, durante por lo menos diez años la minera ha continuado trabajos de exploración, de adecuación del proyecto, y ha emprendido una labor “social” con los pobladores de Tetlama que incluye la donación de bienes como lentes y artículos escolares y hasta de dinero en efectivo para algunos líderes de la comunidad en busca de conseguir el respaldo para el proyecto.

Al no obtenerlo, desde principios del 2023, la empresa había guardado silencio sobre sus actividades en Morelos, que había programado para una década de explotación de minerales, sin embargo, la minera volvió a la discusión pública en Morelos por sus “Perspectivas de Exploración 2024”, documento reproducido o citado en diversas publicaciones especializadas en minería, donde hacen una relación de minerales a explotar en diversas zonas del país en las que se incluye a Morelos, donde la única concesión a favor de la empresa es, justamente, la de Tetlama.

La nota que pareciera marginal para el resto del país ha revitalizado la oposición a la minería en Morelos debido a los daños colaterales que surgen ligados a explosiones y ruido para la obtención de metales; la erosión y contaminación de los suelos, del daño permanente a la orografía de los territorios en los que se realiza.