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La misión de las dirigencias de los partidos políticos es, fundamentalmente, ganar elecciones. Esta máxima vigente en todos los del mundo, no parece aplicar en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) que, entre la pérdida de simpatizantes y militantes, ha reducido su presencia política en Morelos desde que inició la alternancia política, en el 1997; y llegó en las elecciones del pasado 2 de junio a su mínimo histórico de votación, con apenas 5.93%; redujo su presencia en el Congreso a apenas una curul; y registró solo tres mil 919 afiliados válidos, el grupo más reducido entre los partidos históricos locales.

El descenso en las preferencias electorales

En el 2000 el PRI fue derrotado por primera vez en la contienda por la gubernatura, que perdería cuatro veces más desde entonces. Aún con ello, conservó la segunda fuerza electoral del estado con el 28.64% de los votos por diputados locales, lo que le valió entonces tener 12 de las 30 curules que tenía entonces el Congreso local (el 40%).

En el 2003, la votación para el PRI en la elección legislativa local alcanzó apenas 25.22%, con lo que obtuvo 8 diputados (26.66% del total); para 2006 el partido continuó su ritmo de caída, alcanzando apenas el 19.82% de la votación para diputados, pero al no haber logrado distritos de mayoría relativa, las reglas de asignación de entonces le valieron alcanzar apenas cuatro diputaciones (13,33% del total).

El 2009 hubo un repunte en la votación para diputados del PRI, que alcanzó 29.59% del total; ganó quince de los 18 distritos de mayoría que había entonces y con ello logró controlar la mitad del Congreso local. Un gusto que duró muy poco, para el 2012, la votación para diputados cayó nuevamente a 23.44%, y ganó sólo cuatro distritos de mayoría, se le asignaron además cuatro de representación proporcional para un total de ocho (26.66% del total).

En 2015 siguió la tendencia a la baja, el PRI consiguió 22.40% de los votos para diputados, tuvo seis curules (20%) del Congreso, la segunda representación más baja hasta entonces. En 2018, el PRI alcanzó apenas el 12.1% de los votos para diputados, no ganó ningún distrito y se le asignó sólo una diputación por la vía plurinominal. A partir de ese periodo las legislaturas de Morelos se redujeron a solo 20 diputados, así que el PRI tuvo el 5% de las curules disponibles.

Y luego llegó Jonathan

En marzo del 2020, Jonathan Márquez Godínez asumió la presidencia del Comité Directivo Estatal del PRI en Morelos. Presumió su cercanía con el dirigente nacional, Alejandro Moreno, y aseguró saber lo que es “sudar y ganar elecciones”, y trazó sus objetivos “unir al partido, para ser más fuertes. Vamos a salir a las calles para recuperar la confianza ciudadana. Vamos a ser una oposición firme e inteligente. Vamos a volver a ganar elecciones”, dijo entonces.

No lo consiguió según muestran los números. De una militancia que en el 2000 se presumía en más de cuarenta mil afiliados credencializados, el listado de 2024 para el PRI Morelos registra apenas tres mil 919 agremiados. La caída supera el 90 por ciento del total, y si bien no ha sido toda durante la gestión del actual presidente, el cálculo de militancia en el 2019 superaba los 15 mil afiliados.

De hecho, de los tres partidos políticos que habían tenido el poder hasta el 2018, el PRI es el de menor militancia en Morelos. Acción Nacional tiene un padrón registrado ante el Instituto Nacional Electoral de poco más de 4 mil 400 militantes en el estado; el de la Revolución Democrática presume más de trece mil 300 afiliados.

Y en los resultados electorales le ha ido peor aún. Las elecciones de 2021 y 2024 el PRI tuvo los peores resultados en toda su historia. De la segunda o tercera fuera política que había sido hasta el 2015, ahora es la sexta; por debajo de Morena, PAN, Movimiento Ciudadano, del Trabajo y Verde Ecologista de México.

El PRI consiguió en la elección del 2021 apenas 6.08% de la votación total por diputados, logró dos curules que representaron el 10% del Congreso local; no obstante, la diputación de mayoría que había ganado con Alberto Sánchez Ortega se perdió con su renuncia al partido derivada de que el diputado rechazaba la dirección que Jonathan Márquez y Alejandro Moreno daban al partido en lo local y nacional.

La elección del 2024 fue aún peor para el PRI que, con todo y Jonathan Márquez (el que presumía saber ganar elecciones) inscrito en la primera posición plurinominal; logró apenas 5.93% del total de votos para diputados. Ese resultado le consiguió sólo una diputación plurinominal que, además, por cuestiones de paridad de género fue asignada a Eleonor Martínez, quien estaba anotada en la segunda posición en el listado. Esa elección tampoco la pudo ganar el dirigente priista que, sin embargo, impugnó la determinación del órgano electoral en un juicio que deberá resolverse antes del próximo quince de julio.

Y con esos resultados, contempla la reelección

Después de las modificaciones hechas a los estatutos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), mismas que permiten la reelección en las dirigencias nacional y estatales, el líder del partido tricolor en Morelos, Jonathan Márquez no descartó buscar su permanencia al frente del partido tricolor.

Si bien dijo que ahora está concentrado en culminar el periodo para el que fue electo (concluye en el 2025), reconoció que es un tema que deberá analizar.

Jonathan Márquez destacó los resultados alcanzados durante las pasadas elecciones, donde lograron un importante número de regidurías, además de conquistar, bajo candidatos de coalición, las alcaldías de Cuernavaca, Jiutepec, Temixco, Xochitepec, entre otras.

“Si bien no se logró los triunfos en la presidencia de México, en la gubernatura (de Morelos), aunque aquí todavía hay recursos de impugnación; sí logramos varias posiciones, fuimos en uno de los estados donde habrá una buena representación de los partidos de oposición y por supuesto del PRI”, resaltó.

En esta tesitura, Jonathan Márquez adelantó que una vez que concluya su gestión, podrá reflexionar sobre su permanencia en la dirigencia del partido, destacando que ahora “es una herramienta y oportunidad que tenemos todos los dirigentes, más aún si tenemos buenos resultados”, dijo.

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Las asambleas priistas en los municipios tienen cada vez menos participación. Foto: Especial

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Aún en Temixco, donde obtuvieron una de sus votaciones más altas, los priistas son cada vez menos. Foto: Especial