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La naturaleza como origen de los medicamentos

Alejandro Zamilpa*

Existen indicios y hallazgos arqueológicos que demuestran que, desde las civilizaciones antiguas, el ser humano ha utilizado lo que tiene disponible a su alrededor para resolver sus principales problemas de vivienda, alimentación y salud. De hecho, todas las sociedades conocidas alrededor del mundo han usado algunas especies vegetales para aliviar sus dolencias, curar sus heridas, tratar trastornos digestivos o controlar la temperatura, entre muchas otras aplicaciones terapéuticas.

Este conocimiento de las propiedades medicinales de árboles, arbustos, bejucos, plantas trepadoras, algas y hierbas terrestres, ha sido documentado en pinturas rupestres, tablillas de barro, códices y papiros por las sociedades antiguas y contemporáneas. Algunos ejemplos son la higuera que se usaba como laxante, el tomillo para la digestión el azafrán como diurético, el cáñamo como analgésico, el ajo como antibiótico y el opio como analgésico y antiinflamatorio.

En la revisión de la historia de la medicina se puede apreciar que los primeros medicamentos surgidos de la industria farmacéutica tienen su origen en las plantas medicinales. Por ejemplo, uno de los analgésicos y antipiréticos de mayor uso en el mundo, es la aspirina o ácido acetil salicílico.

Este fármaco es un derivado del ácido salicílico que se encuentra en la corteza del Salguero o Sauce blanco que se ha usado desde las culturas egipcias, griegas y romanas para bajar la fiebre o aliviar el dolor. Existen otros medicamentos de importancia global que surgieron de plantas medicinales como quinina que proviene de la corteza de la quina y que se prescribe para el tratamiento de la malaria o paludismo. La cultura asiática desarrolló un medicamento con el mismo uso médico, pero a base de artemisinina que proviene del ajenjo chino Artemisia anua.

Si pensamos en el cáncer, también existen ejemplos de medicamentos relevantes como: la vinblastina aislada por primera vez de la especie Catharantus roseous y que se usa para el tratamiento de linfomas. El taxol que se prescribe para el cáncer de mama, de páncreas y de pulmón fue descubierto en la corteza del tejo europeo (Taxus brevifolia)

En el caso de la diabetes tenemos como ejemplo a la metformina que tiene su origen histórico en la planta Galega officinalis que ya se usaba en el medievo para reducir la micción exagerada.

Hace 38 años en el estado de Morelos, se fundó el Centro de Investigación Biomédica del Sur (CIBIS) con la finalidad de investigar las propiedades de las plantas medicinales para promover la salud, identificar los componentes responsables de sus efectos farmacológicos y desarrollar intervenciones preventivas y terapéuticas en la lucha contra las enfermedades que afectan a la sociedad mexicana.

Hasta la fecha, este grupo de investigación ha desarrollado nuevos tratamientos ansiolíticos de Galphimia glauca, antihipertensivos de la flor de Jamaica, antidiabéticos del Marrubio, antiartríticos de la Vara de San José (Sphaeralcea angustifolia) (CIBIS-IMSS) y antufúngicos del Axihuitl (Ageratina pichinchensis) entre muchos otros desarrollos farmacéuticos.

De estos desarrollos tecnológicos, destaca el medicamento comercial QG-5 que se prescribe para tratar distintos tipos de colitis y que se produce a base de extractos de la hoja de guayaba (Psidium guajava).

Este grupo de investigación tiene la esperanza de que, en el corto o mediano plazo, las políticas de salud y el interés de la industria farmacéutica, se sumen a estos esfuerzos científicos y tecnológicos para incluir estos nuevos medicamentos en el arsenal terapéutico nacional e internacional.

*Director del Centro de Investigación Biomédica del Sur (CIBIS). OOAD IMSS Morelos.

Imagen: Euroactiv.com