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El proyecto “Acapulco: Paz, Seguridad y Desarrollo. No sin nosotros” es la propuesta de un grupo interdisciplinar de investigación en que participa la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), en que se plantea un esquema de reconstrucción del puerto afectado por el huracán Otis el año pasado, a partir de una estrategia socioambiental y urbana que permita la recuperación del tejido social y la economía del puerto.

La propuesta fue una de las ganadoras en el Concurso IDEAS: Acapulco volverá a seducirte 2024, organizado por la Asociación Mexicana de Urbanistas (AMU), la Academia Nacional de Arquitectura (ANAAC), Asociación Mexicana de Arquitectas y Urbanistas (AMAU) y el Colegio de Urbanistas de México (ECUM).

Por la UAEM, participaron Sandra Márquez Olvera, profesora investigadora del Centro de Investigación Transdisciplinar en Psicología (CITPsi) y directora de Planeación y Evaluación, informó que en este equipo también participó Miguel Ángel Cuevas Olascoaga, profesor investigador de la Facultad de Arquitectura y director de Patrimonio Cultural y Natural de la Secretaría de Extensión Universitaria.

“La propuesta del proyecto destaca la recuperación del patrimonio cultural y natural, tomando como eje estratégico el desarrollo sostenible, centrado sobre todo en las personas a nivel local para la recuperación integral del municipio de Acapulco después del Huracán Otis”, explicó Sandra Márquez.

El plan establece que “tras la devastación causada por el huracán Otis… el tejido social y cultural de la población se ha visto altamente desintegrado y enclavado en un paisaje urbano de extensa devastación con inundaciones y deslizamientos, infraestructura dañada, daños eléctricos y de comunicación e infinidad de víctimas y desaparecidos”, frente a tal escenario se vuelve “imperativo un enfoque integral” para la reconstrucción del tejido social y la economía del puerto.

Este enfoque es, para los investigadores, uno de intervención comunitaria y recuperación del espacio público con una “nueva visión de los ecosistemas, los corredores de zonas verdes, las áreas naturales protegidas y el sistema urbano”.

¿Y cómo se logra?

La investigación define cinco criterios que empiezan por la definición de nodos y poligonales de conservación y protección, entre ellos corredores de zonas verdes para interconectar la zona costera y turística con la ciudad histórica y las colonias vulnerables, el amortiguamiento para proteger las zonas naturales, y las delimitaciones de cuerpos de agua protegidos para su conservación.

Luego viene la interconexión urbana, el mejoramiento de imagen de la ciudad/puerto, y el cambio de sistemas constructivos. Se propone un sistema de corredores interconectados con once corazones de ciudad entre la zona costera, centro histórico, colonias y poblados cercanos; además de corredores de alto flujo urbano.

El proyecto establece también el freno al crecimiento urbano en zonas de reserva natural, como el Parque Nacional El Veladero; y en las zonas de corredores verdes.

El cuatro criterio sugiere la caracterización de poligonales de protección y amortiguamiento, la consolidación del turismo de sol y playa, pero también la extensión de la oferta turística al turismo cultural y natural, que tiene características más locales y funcionarían como nuevos nichos para la actividad del puerto.

Además, propone la renovación del espacio público con la habilitación de tres nuevas centralidades para la comunicación local donde se ubicarían los corazones de ciudad resilientes con mejores prácticas sociales.

 

“Desterritorializar” y “reterritorializar” son claves para el nuevo Acapulco

El proyecto señala uno de los problemas frecuentes de la reconstrucción de las ciudades después de los desastres: “al reconstruir viviendas… a menudo se vuelven a construir en el mismo lugar. Con el cambio climático es importante considerar cómo ha cambiado la dirección de los vientos más fuertes. Con este conocimiento se debe ajustar la orientación de la vivienda para evitar el impacto directo del viento”.

El proyecto sugiere iniciar como una estrategia piloto con el cuadrante que incluye la playa La Angosta, La Quebrada, y el auditorio Sinfonía del Mar, donde además se ubican grandes hoteles, turismo y zonas marginadas con corredores factibles.

Los creadores del proyecto

En este equipo también participaron junto a los de la UAEM, el investigador Pablo Ojeda O´Neill, director del Programa de Patrimonio Histórico Edificado y Mejoras Permanentes del Instituto de Cultura Puertorriqueña; las investigadoras Graciela Autora Mota Botello, profesora investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); Mónica Healy Hegewisch, experta en vivienda, urbanismo y medio ambiente; y Milagros Flores Román, historiadora de Puerto Rico y presidenta del Comité Científico Internacional sobre Fortificaciones y Patrimonio.

La propuesta “Acapulco Paz, Seguridad y Desarrollo: No sin Nosotros” enmarca una estrategia socio urbana basada en la lógica de la teoría espacial y la teoría de los lugares centrales, que propone cómo los asentamientos humanos se deben organizar en función de su jerarquía y desempeño.

La propuesta de la UAEM fue reconocida junto con otras catorce ideas ganadoras en un acto realizado en el Fuerte de San Diego, en el puerto de Acapulco. Foto: Especial