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El presidente, Andrés Manuel López Obrador y la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, estuvieron de visita en Morelos en la que representa la última visita de Andrés Manuel, como mandatario, al estado; una gira que sirvió para que la presidenta electa y el presidente refrendaran su apoyo a la gobernadora electa, Margarita González Saravia, y trazaran el seguimiento de programas gubernamentales y el proyecto de nuevas acciones coordinadas entre el estado y la Federación.

Lo llenan de cariño en la casa del Tata Cárdenas

Al mediodía, López Obrador llegó a Finca Palmira, antigua propiedad de descanso de Lázaro Cárdenas del Río y en cuyos jardines se planteó la Expropiación Petrolera de 1938. Por lo menos una decena de personas entre ellas un adulto mayor de Jonacatepec, se acercaron al mandatario, pidiéndole firmar sus libros.

Al mirar a un hombre de gorra roja con 93 años a cuestas, el presidente lo reconoció inmediatamente: “¿Cómo estás? Ahí te dejé un libro”, le dijo con su inconfundible acento tabasqueño. “Pues todavía… eso me dijo mi hija… te vi por última vez cuando fuiste a mi pueblo, a Jona (Jonacatepec)”, le respondió con la voz acabada por los años. “Que te sigas conservando bien”, deseó el presidente mientras palmeaba sus hombros. “Pues ya me queda poco”, le respondió el hombre ya con las manos de López Obrador sobre sus mejillas y orejas; “No, todavía… vas a vivir más”, le dijo.

En Finca Palmira, que para Margarita González Saravia es “el ejemplo más cercano que tenemos como morelenses de que los espacios que pertenecen al pueblo se pueden readaptar, reconstruir y, sobre todo, recuperar; esa es una verdadera planeación urbana con perspectiva incluyente”. López Obrador, Sheinbaum Pardo y González Saravia, estuvieron con el secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano del gobierno federal, Román Meyer Falcón, para revisar el centro cultural Finca Palmira y los avances en el Programa de Mejoramiento Urbano.

Otra vuelta por el Puente ya con Fin

De Finca Palmira, la comitiva se trasladó al que por más de una década fue llamado Puente Sin Fin por los morelenses, la obra casi abandonada del Puente Apatlaco, para la que el presidente prometió concluir un desarrollo habitacional que diera utilidad a la estructura, pero también ayudara a resolver el problema de falta de vivienda y detonar el desarrollo económico en los límites de Cuernavaca y Temixco.

Ahí, López Obrador, Sheinbaum Pardo y González Saravia, recorrieron la obra y supervisaron el avance del proyecto de vivienda “digna y accesible”. La gobernadora electa aseguró que “con el apoyo del Gobierno de México por fin pondremos fin al Puente sin Fin”.

El proyecto habitacional tendrá 45 hectáreas y un presupuesto de tres mil millones de pesos para contar con vivienda organizada y sustentable en esa zona del estado. Además, el puente facilitará la interconexión entre los municipios de Cuernavaca y Temixco agilizando un recorrido que hoy puede llevar hasta más de media hora.

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La maqueta del desarrollo habitacional y el Puente Sin Fin. Foto: Especial

El Programa Nacional de Reconstrucción en Tlaquiltenango

Después del recorrido por el sur de Cuernavaca, el presidente, y las presidenta y gobernadora electas se trasladaron a Tlaquiltenango, donde se entregó la conclusión de los trabajos de rehabilitación del ex convento de Santo Domingo, en cuyo atrio fue la reunión de evaluación del Programa Nacional de Reconstrucción, creado para “atender los municipios afectados por los SISMOS, en beneficio de su población, mediante un conjunto de instrumentos presupuestarios para el impulso de proyectos y acciones de reconstrucción de viviendas, infraestructura física educativa, infraestructura de salud, así como la restauración, rehabilitación, mantenimiento y capacitación para la prevención y conservación de bienes culturales, históricos, arqueológicos y artísticos”.

De 2019 a 2024, programa registra el 99 por ciento de avance y el resto está en proceso de conclusión. Se han invertido en él, con el apoyo de las comunidades, más de 33 mil millones de pesos en 72 mil 295 acciones (construcciones, viviendas, apoyos, templos, escuelas y hospitales) en 889 municipios de diez estados.

En vivienda, se han realizado 62 mil 865 acciones por 10 mil 165 millones de pesos; en salud, 172 acciones, por más de 4 mil millones; en educación, 5 mil 534 acciones cuatro mil millones de pesos; en cultura, más de 2 mil 700 acciones con una inversión superior a los nueve mil 800 millones de pesos.

En Morelos, el programa realizó 9 mil 653 acciones con una inversión cercana a los siete mil 200 millones de pesos.

Alejandra Frausto Guerrero, secretaria de Cultura del gobierno federal, aseguró que el programa no solo son números y monumentos: “los templos son el corazón de las comunidades, son los lugares en donde además de la fe, son los centros de reunión… en donde una sociedad se reconoce… mucho tiempo después de los sismos están volviendo a latir estos corazones”. Los más de tres mil doscientos monumentos históricos deñados por los sismos significaron “la más grande” catástrofe que México haya vivido en su patrimonio.