loader image

 

LA AGRICULTURA DEPREDADORA UNA AMENAZA AL PLANETA

 

En anteriores aportaciones comenté que el pensamiento antropocéntrico nos ha divorciado de la naturaleza y conducido a una lógica de mercado y de consumo. Este divorcio se expresa en depredación de la naturaleza. Hoy la naturaleza nos cobra la factura con un calentamiento global cuyas consecuencias son incuantificables. Presenté un ejemplo de esto en el artículo: ¿Berly un mensajero apocalíptico?

En ese artículo mencioné, que, si bien no es posible revertir o detener el calentamiento global, si es posible ralentizarlo en un esfuerzo colectivo. Las acciones para desacelerar el calentamiento global son impostergables.

En razón de esto, presento algunas propuestas de acción que requieren políticas de estado, pero también la conciencia colectiva que nos lleve a acciones personales que se sumen a un objetivo común: mantener la vida humana en el planeta tierra. La primera reflexión y propuesta que presento en este artículo tiene que ver con la agricultura.

Una de las actividades que más depredan a la naturaleza es la agricultura moderna, que también se conoce como agricultura empresarial o de la Revolución Verde que en nuestro país tuvo sus orígenes en el año 1943 cuando vinieron un grupo de alrededor de 100 científicos norteamericanos a enseñarnos a mejorar nuestra producción agrícola.

A través de la fundación Rockefeller se fundó en México la Oficina de Estudios Especiales (OEE) con la intención de ayudarnos a mejorar la producción agrícola. En esos años nuestros campesinos producían maíz y frijol a la manera que nos enseñaron los abuelos, con el sistema milpa en la que se siembra en policultivo, es decir, en una misma parcela se siembra, maíz, frijol, jitomate, calabaza, haba, chile y más.

En la milpa, debido a esta combinación de cultivos no se usan herbicidas pues la vegetación productiva cubre prácticamente el suelo y las malezas crecen poco. Incluso algunas hierbas forman parte de la dieta como quelites, verdolagas, xocoyules, chipiles y más.

La milpa tampoco requiere de insecticidas, pues con las condiciones de policultivo (la forma como produce la naturaleza), los insectos no se multiplican exponencialmente y no se convierten en plaga, incluso en las milpas campesinas, bajo una lógica de autosuficiencia algunos insectos como chapulines, gusanos del elote forman parte de la dieta campesina.

Bajo el sistema milpa tampoco se usan fungicidas o bactericidas, las bacterias y los hongos no se vuelven enfermedades en el cultivo, incluso algunas enfermedades causadas por hongos, como el huitlacoche también forma parte de la dieta del mexicano.

La labranza es mínima, así, para sembrar en la milpa prehispánica se usaba la coa que es una especie de punta de madera que se entierra para abrir un poco la tierra y depositar las semillas. Con esta labranza mínima no hay problemas de erosión del suelo. Por otro lado, la fertilización en la milpa era orgánica usando el estiércol de los animales de traspatio como gallinas, conejos, guajolotes, cerdos, caballos, asnos, perros y más.

Por lo aquí expuesto, se puede inferir que la finalidad de la agricultura prehispánica no tiene una lógica de mercado sino de autosuficiencia alimentaria razón por la cual, en una misma parcela se producen diferentes cultivos en forma simultánea y algunas malezas e insectos forman parte de la dieta.

La milpa el sistema agrícola que se practicaba en el país hasta antes de 1943 con la llegada de la OEE, se nos impone una nueva lógica de producción, la de mercado. Bajo esta lógica se debe producir cada vez más por unidad de superficie por lo que se requieren variedades mejoradas, las cuales para expresar su potencial de producción requieren de un paquete tecnológico.

El paquete tecnológico de inicio propone la siembra en monocultivo porque es más fácil su manejo y producción. Por otro lado, requiere maquinaria para arar y cultivar el suelo, lo que genera fuerte erosión del suelo; el paquete incluye la fertilización con sales inorgánicas lo que a la larga saliniza los suelos hacinándolos infértiles.

A diferencia del policultivo de la milpa, el monocultivo da las condiciones para que los insectos se conviertan en plagas, los hongos en enfermedades y las malezas impidan la producción. El paquete tecnológico impone el uso de herbicidas, insecticidas, fungicidas, bactericidas y más pesticidas que contaminan el suelo y las plantas que consumimos.

Estas son algunas de las razones por lo que afirmo que la agricultura moderna es altamente depredadora. Nuestro planeta no aguanta más este tipo de sistemas depredadores, es necesario repensar la agricultura bajo una lógica sustentable y de autosuficiencia alimentaria.