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Estados Unidos y la ilustración oscura

 

La extravagancia, lo absurdo y lo oscuro siempre han existido, pero hasta antes de la masificación de internet era difícil que encontraran eco y afianzaran su nicho de entusiastas, ya que se movían en los circuitos underground o la clandestinidad. Hoy esto es fácil, como sucede, por ejemplo, con varios de los exponentes de los llamados ideólogos del populismo de extrema derecha (alt-right).

Uno de los ideólogos que se propala entre los seguidores del trumpismo y de la llamada derecha alternativa de Estados Unidos es el bloguero Curtis Yarvin, su influencia llega al candidato a la vicepresidencia de Estados Unidos, J.D. Vance(shre.ink/DDhq). Las ideas de Yarvin son parte del catálogo de insumos ideológicos de los que abreva Vance y la extrema derecha estadounidense. Yarvin, es un poseso que centra su crítica en el liberalismo, abomina de la idea de una sociedad abierta, se declara fervoroso del nacionalismo más ramplón y se decanta por dar paso a una sociedad tradicionalista, que la política sea el mecanismo para alcanzar dicho retorno a los hábitos y costumbres desaparecidas.

Curtis Yarvin, que rebasa los 40 años, es conocido por el mote de Mencius Moldbug; se ubica en la extrema derecha y sus artículos aparecen en Substack.com, en donde despotrica contra la democracia. Se decanta por un gobierno en donde las masas tengan poco peso, rechaza contrapesos y prefiere una monarquía o un gobierno corporativo, integrado por personas con un perfil específico que los haga competentes para la toma de decisiones.

Yarvis es fiel ejemplo de la ola neoreaccionaria que se ramifica por los confines digitales, que ha sido propulsada por el filósofo británico Nick Land, quien acuñó el término «ilustración oscura», que se define por su carácter antidemocrático y reaccionario, que se considera una respuesta crítica a los ideales fallidos de la Ilustración (shre.ink/DIBw). La filosofía oscura dibuja un mundo donde la lógica y la ciencia son reemplazadas por supersticiones y conspiraciones propias de una quimera, es una filosofía que en vez de iluminar las mentes con el conocimiento se deleita en enaltecer las sombras, en abrazar el misterio y enarbolar el miedo como elementos de valía. Si el denominado Siglo de la Luces veneró ideas brillantes, su antítesis ofrece un buffet cimentado en la ignorancia. Se propone un terreno en donde los filósofos sea chamanes y las teorías científicas sean sustituidas por fantasías extravagantes. La caterva de desilusionados de la Ilustración, tienen aquí un refugio perfecto para degustar los platillos de improvisados chefs especialistas de las suposiciones.

Regresando a Yarvis, él cuenta con buena reputación entre empresarios de Silicon Valley como Peter Thiel, para quien incluso las naciones consideradas de avanzada deberían de pensar en ser dirigidas por cónclaves de CEOs. Las opiniones de Yarvis destacan por sus énfasis racistas, es defensor de la esclavitud, justifica que los blancos son más talentosos y capaces que los negros, señala que los blancos tienen un IQ más alto que los negros por razones estrictamente genéticas, por lo cual algunas razas son más aptas para ser esclavas.

Yarvin Curtis apela a la construcción de un sistema de gobierno que se asemeja más a una monarquía tecnocrática, porque parte de que la democracia es el ejemplo de la ineficiencia, la captura del mismo por lobbies, cuna de corrupción, donde domina la irresponsabilidad en el manejo del dinero público, etcétera. Lo curioso es que durante la ola neoliberal si algo destacó en las administraciones tecnócratas —que han devenido en una especie de tecnopopulismo como dicen Christopher J. Bickerton y Carlo Invernizzi Accettien en Technopopulism— es que justamente ofrecieron un catálogo de prácticas similares a las que critica Yarvin.

Yarvin se inclina por dar paso a gobiernos meritocrático, donde los presidentes procedan de una selección basada en sus competencias y habilidades técnicas. Esta propuesta hace recordar a la de epistócratas como Jason Brennan (Contra la democracia), quien se inclina porque los votos en los procesos electorales no tengan el mismo peso, que exista un sector que por sus competencias tenga una especie de voto de calidad o de mayor valía, ya que en la democracia los ciudadanos incompetentes dan el poder a personas inútiles, que no saben tomar decisiones, a émulos de autócratas o pusilánimes sin habilidades para gobernar.

El actual candidato vicepresidencial del partido republicano, J. D. Vance, está alineado con algunas de las ideas de Yarvin: ha expresado su apoyo a especies de purgas políticas y medidas extremas para combatir la influencia de la llamada izquierda woke —como lo propone Yarvin— en las instituciones gubernamentales y las universidades. Vance ha sugerido la implementación de un programa de «deswokeificación» y purga en las universidades, en donde prácticamente domina dicho movimiento.

Parte de las ideas de Vance están en su obra Hillbilly, una elegía rural. Memorias de una familia y una cultura en crisis, que fue bastante exitosa e incluso se llevó al cine. En esa obra, que cubre varias décadas, narra las amarguras existenciales vividas por su menesterosa familia de clase trabajadora que radica en los Apalaches. Vance, logra salir de su situación, y de su entorno familiar; de mano de su voluntarismo supera las dificultades de ese rudo entorno miserable, con una madre drogadicta, una abuela todopoderosa y violenta (Mamaw), un padre inexistente y un entorno social putrefacto que se regodea en su descomposición.

A pesar de tales condiciones existenciales, Vance se repuso a las adversidades y terminó licenciándose en la Universidad de Yale; su propuesta es que el destino es personal, por eso su libro y su carrera política se cimentan en la idea neoliberal de que es la responsabilidad personal y la superación individual las únicas que pueden sacar a las personas de sus penurias. Para los seguidores de Trump, Vance encarna de manera verosímil al individuo portentoso, quien de la mano de su fortaleza ha alcanzado la fama, el poder y el dinero, que representa el vivo ejemplo de la «esperanza» para los miserables estadounidenses que no han hecho gala de su fuerza de voluntad para salir de la miseria en que viven.

Enemigo de políticas y gastos sociales —a lo más que llega es a pensar en ayudas—, Vance es la expresión tangible de cómo los valores conservadores se han afianzado en la sociedad estadounidense, a tal grado que una gran porción de las clases más castigadas económicamente están colonizadas por esas mismas ideas: consideran que el Estado y las políticas públicas no tienen nada que ver con su situación social, es el espíritu individual el responsable en gran parte de su condición, por lo que el ascenso social de las personas tiene como causa única las propias decisiones y esfuerzos personales. Vance es severo crítico de las políticas asistenciales, ya que las considera autodestructivas y de dependencia, que impiden a las personas responsabilizarse de lo que vive y de sus circunstancias. Para él, la autoflagelación es un lastre a vencer, ya que la pobreza y la adicción son perpetuados por esa mentalidad de víctima.

Ese es el entorno en que se llevarán a cabo las elecciones en Estados Unidos, que ya con prácticamente Kamala Harris como candidata presidencial por los demócratas, teniendo como telón de fondo una filosofía oscura, una cruzada contra la Ilustración —que también tiene eco en las propuestas woke—, un rabioso nativismo, una fuerte xenofobia y de ideólogos trasnochados que sueñan con incendiar las praderas del futuro estadounidense. Ese proceso electoral preludia que muchos pirados envueltos en sus túnicas celestiales quieren hacer de Estados Unidos una nación que retorne a sus fundamentos raciales, practicar una regresión cultural, que repudia a Kamala porque en ella se reúne un coctel que detesta la ultraderecha populista, Trump y Vance: hija de inmigrantes, piel negra y, de paso, woke por su inclinación a la defensa de las minorías sexuales y su postura feminista. Esto no presagia sino confirma la profecía oscura de que la polarización apenas se abre camino en Estados Unidos e internet ofrece una silla preferencial para ser testigos del despliegue de esa fiebre oscura.

@tulios41