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El pasado 26 de julio la Universidad Nacional Autónoma de México conmemoró el 95 aniversario de la Autonomía Universitaria en una ceremonia presidida por el Dr. Leonardo Lomelí Vanegas, Rector de la máxima Casa de Estudios, en la cual se destacó la importancia de esta decisión jurídico política fundamental de las universidades públicas para el cumplimiento de sus funciones y responsabilidades asignadas en los rubros de docencia, investigación y difusión de la cultura. Se trató de una ceremonia emotiva en la cual, universitarias y universitarios, escucharon el mensaje del Rector de la Universidad sobre el sentido y alcance de esta garantía institucional, en el que se destacaron cuatro aspectos fundamentales.

En primer lugar, el Rector Lomelí Vanegas destacó el compromiso social que implica este principio fundamental al señalar que “La autonomía no es un privilegio, es una responsabilidad con el país, una garantía de que la Universidad seguirá al servicio de la nación, adaptándose a los cambios en el entorno nacional e internacional”. En consecuencia, se está ante la presencia de un compromiso y responsabilidad social, de una garantía institucional de las universidades públicas
-autónomas por ley- para determinar su organización y funcionamiento, designar a sus órganos de gobierno, fijar los términos de ingreso, promoción y permanencia personal académico y selección de personal no docente, admisión de estudiantes, fijación de programas de estudios y disposición de su patrimonio. Por tanto, subrayó que “[d]esde 1929, con todas sus variantes, la autonomía ha sido la piedra angular de nuestra institución…es condición necesaria e irrenunciable para el ejercicio de las libertades de cátedra, investigación, creación artística y difusión de la cultura, de ahí la importancia de defenderla frente a cualquier intento de control político o subordinación ideológica”.

En la exposición de motivos de la reforma al artículo 3° constitucional, de fecha 9 de junio de 1980, con la que se elevó a rango constitucional la autonomía universitaria se enfatizó que ésta “…es una institución que hoy es familiar a la nación mexicana. Es compromiso permanente del Estado respetar irrestrictamente la autonomía para que las instituciones de cultura superior se organicen, administren y funcionen libremente…Fortalecer estas instituciones arraigadas y obligadas con la colectividad nacional e independiente entre sí, es requisito indispensable para el cumplimiento de su objeto. Las universidades e instituciones de educación superior que derivan su autonomía de la ley, deberán responsabilizarse primeramente ante las propias comunidades y en última instancia ante el Estado, del cumplimiento de sus planes, programas, métodos de trabajo y de que sus recursos han sido destinados a sus fines. La universidad se consolidará de esta manera idóneamente para formar individuos que contribuyan al desarrollo del país”.

En este sentido, el poder revisor de la Constitución buscó blindar a las universidades públicas autónomas por ley dotándolas de las condiciones básicas, inmodificables e intemporales para materializar el derecho a la educación media superior y superior, siendo el caso que esas condiciones básicas son los requerimientos mínimos para el óptimo funcionamiento institucional de las universidades públicas, por lo que el Rector de la Universidad Nacional acentuó lo siguiente: “[e]s condición necesaria e irrenunciable para el ejercicio de las libertades de cátedra, investigación y creación artística y difusión de la cultura. De ahí la importancia de defenderla frente a cualquier intento de control político o de subordinación ideológica”.

En segundo término, se expuso la importancia de esta calidad fundamental en el desarrollo ético, moral y material de la universidad pública al referir el Rector de la Universidad Nacional que “[s]omos herederos de una tradición de excelencia y debemos llevar ese atributo hacia nuevas fronteras que la sociedad demanda, para seguir construyendo un país más libre, justo y democrático, en el que la educación, la investigación y la difusión de la cultura sigan siendo factores de progreso material y espiritual”.

En tercer término, se hizo referencia a la responsabilidad que esta garantía institucional conlleva de fortalecer los vínculos de colaboración con la comunidad y el gobierno en un ambiente de respeto, pluralidad, pensamiento crítico y diversidad de formas de pensar, al apuntar que “[e]ste vínculo debe basarse en el entendimiento mutuo y el respeto por nuestra independencia, lo que nos permite colaborar en términos que benefician tanto al avance educativo como al progreso nacional”.

Finalmente, en cuarto lugar, hizo referencia a la solidaridad con las instituciones que han visto amenazada su garantía institucional al subrayar que “este es un avance irrenunciable en el desarrollo nacional, y nos solidarizamos con aquellas instituciones de educación superior públicas que han visto amenazada su autonomía, como fue el caso recientemente de la Universidad Autónoma de Sinaloa”.

La autonomía universitaria implica libertad y creatividad intelectual, generación de conocimiento que atienda a la solución de los problemas nacionales y libertad de cátedra e investigación, así como la observancia del orden jurídico nacional y de los fines de la Universidad. Fortalezcamos esta garantía en beneficio del progreso y desarrollo nacional.

* Profesor universitario y especialista en derechos humanos

Para resaltar: [E]l Rector Lomelí Vanegas destacó que “La autonomía no es un privilegio, es una responsabilidad con el país, una garantía de que la Universidad seguirá al servicio de la nación, adaptándose a los cambios en el entorno nacional e internacional”.