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Han pasado cincuenta años del gran acontecimiento que fue, en 1974, el V Festival de Teatro Chicano y Latinoamericano, y aún su triunfo permanece encendiendo los recuerdos en la memoria de Manuel Galván el querido “Topo”.

Un folleto elaborado por Rius da cuenta del evento al que concurrieron teatreros de Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Paraguay, Brasil, Argentina, Chile y grupos de teatro chicanos de Los Ángeles, California, Texas, cuya sede fue México.

La organización fue complicada y estuvo convocado por Mascarones, TENAZ Teatros Nacionales de Aztlán y CLETA- UNAM -Centro Libre de Experimentación Teatral y Artística, quien en 1973 tomó el teatro Isabelino enfrentándose al “zar Azar” abriendo un espacio para el teatro comprometido con la realidad del pueblo, un teatro que no busque hacer negocio, el que surge de la necesidad de hace un teatro no comercial, independiente, político, que refleje la realidad de la sociedad en que estamos metidos, todo lo cual, en los años setentas, hizo surgir un nuevo tipo de teatro que denuncie, proteste, exponga y proponga. Todo esto es antecedente del V Festival de Teatro Chicano, mismo que nació ligado a una huelga de braceros en California USA. Para explicarles a los trabajadores agrarios el porqué de la huelga se montó una obrita de teatro y de allí para el real, el teatro chicano se extendió por los Estados Unidos. También en América Latina surgieron grupos de teatro comprometidos con las luchas de los pueblos, que se caracterizan por no tener ayuda oficial, no contar con locales propios, trabajar al aire libre, no ser profesionales del teatro, a falta de organización les sobra entusiasmo. Su pretensión es hacer un teatro antimperialista, que se sustente en sus raíces y sea de buena calidad.

CLETA tiene una consigna “Por un teatro libre para la liberación” y se propone llevar el teatro al pueblo, no el pueblo al teatro. Con estas banderas se logró convocar al V Festival a: Teatro Campesino, los Topos, Teatro Aztlán, Esperanza, del Piojo, Cucarachas en Acción, Gente Miotroyo, de los niños, Razita, San Francisco Mime Troupe, con su banda Gorila, a los que se suman seis teatros de CLETA – UNAM, el Campesino de Escambray Caballero, más diez teatros de Centro y Sudamérica, TEC, La Candelaria, El Galpón, Uni. de Trujillo, Triangulo Tiempo Ovillo, Uni. Católica de Perú, Uni. Costa Rica, B de Artes Caliban. Entre las personalidades que asistieron se contó con A. Boal con su teoría del teatro del oprimido, Ma. Escudero, Ilonka Vargas, Ulises Estrella y Luis Valdez.

Con esta riquísima convocatoria se trabajó dos semanas, en que las discusiones llegaron a derramar las aguas, pero se logró el objetivo de reunir al teatro Chicano con el Latinoamericano, siendo un gran acontecimiento que marca la cultura teatral, en espacial el de nuestro país anfitrión.

La inauguración se llevó a cabo en la pirámide de la Luna en Teotihuacan y la clausura en el Tajín, Veracruz contando con mil quinientos participantes.

Los diversos grupos actuaron en diferentes teatros y parques de la Ciudad de México.

José Manuel Galván el “Topo” recuerda este evento con emoción: “Fuimos realistas e hicimos lo imposible”, solamente el trabajo colectivo obtuvo el triunfo, logramos comunicarnos, discutir, conocernos sin fronteras, nos reconocimos como una izquierda crítica, con contradicciones, eran los años setentas de gran explosión en muchos niveles, desde luego en las manifestaciones artísticas.

Algunos de los participantes se quedaron a vivir en México.

El “Topo” ha seguido guardando la memoria, solamente en los años de la pandemia no pudo realizar el Festival de teatro Chicano Latinoamericano, su empeño ha logrado propiciar el encuentro de los teatreros del Norte y del Sur, todo esto en medio de dificultades, cuenta que en 1974 había más de cien grupos chicanos de teatro, hoy quedan veinte. Algunos grupos se han profesionalizado, otros continúan con la tendencia comunitaria, que como en los setentas siguen en busca de la identidad política.

Luis Valdez continua en California alentando el teatro chicano, a pesar de que muchos se han asimilado al sistema. El teatro comprometido no cuenta con dinero, su presupuesto es muy bajo, a pesar de ello Valdez realizó una obra de cine “La bamba” con mucho éxito, lo que le valió ser invitado a integrase al cine comercial, lo que no aceptó para seguir con su camino comprometido y autónomo.

El “Topo” se propone mantener viva la memoria del encuentro del V Festival, que se ha presentado en Cuernavaca en el Teatro Ocampo, el Cine Morelos, entre otras sedes.

Este año el cartel convoca a: “Recordando un triunfo, a 50 años de 1974” V Festival de los Teatros Chicanos. Primer encuentro Latinoamericano. En el camino al sueño latinoamericano. Participan: Rodney Garza con la obra “El Chuco Loves La Che”, José Manuel Galván con “Maestro Topo”, Nandyeli música y poesía, CLETA UNAM, CITA y Utopía Urbana, a realizarse el 3 y 4 de agosto, en el cine San Rafael, Tlalmanalco, Estado de México. Se pasará el documental “Suelo compas” y se llevará a cabo un Coloquio: “Realidad y Perspectiva del Teatro Latinoamericano”, con los moderadores: José Manuel Galván Legizamo “Topo” y David Ricardo.

Deseamos mucho éxito y que las redes entre los teatreros comprometidos con la liberación siga dando triunfos.

Hombre sonriendo con lentes

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Luis Valdez. Foto: Cortesía de la autora