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Considero y sin temor a equivocarme que hoy la población LGBTTTIQAP+ en Morelos se encuentra en un punto en donde parece que nos cansamos de exigir justicia, continúa una ola de crímenes de odio por todo el estado, como siempre las principales afectadas con la mayoría de los temas las compañeras Mujeres Trans, muchos medios suben la nota, “asesinaron a una persona al parecer de la población LGBT+” y hasta ahí llegamos… ¿Qué está sucediendo? No se dice nada más, no hay movimiento por parte de los diferentes colectivos, asociaciones u organizaciones LGBT+ en Morelos, tampoco hay un pronunciamiento claro y directo de las autoridades estatales y municipales, ya llegamos a tal punto de normalizar la violencia que esto ya alcanzó, y mucho, a mi población LGBTTTIQAP+.

Siguen y siguen matando a compañer@s activistas, a personas LGBT+ ¿y qué sucede después?, parece que esto dura tres días… empezando por la noticia en redes sociales, impera en algun@s personas la tristeza, la impotencia, la frustración o las ganas de justicia, pero mejor ya nadie dice ni hace nada, más que acercarse en algunas ocasiones, a despedir a las, los, les, compañer@s, a dar el pésame a las familias, y mejor ya no decimos nada; creo que el mensaje del miedo trasciende, “no nos vaya a pasar lo mismo o algo peor si decimos o hacemos algo”, claro está también el respeto a las familias, al momento que están atravesando, al dolor de perder a un ser querido, y que muchas veces ya no quieren hacer ni decir nada tampoco, en algunas ocasiones por miedo, en otras porque prefieren ya no mover nada dejarlo así como dicen “no hay recursos para qué” y en muchas otras y lamentablemente porque les da pena decir que su familiar pertenecía a la población LGBT+ “mejor no le movemos”.

De continuar así no alcanzaremos nunca la justicia para tantas muertes por motivos de odio y discriminación hacia las personas de nuestra población LGBT+ a nivel mundial y nacional; recientemente se aprobó la ley Paola Buenrostro en la Ciudad de México, es una ley que tipifica el delito de transfeminicidio en el código penal con una pena de setenta años a quienes cometan este tipo de delitos, el nombre de esta Ley proviene de una persona trans “Paola Buenrostro”, trabajadora sexual en la Ciudad de México que fue asesinada en el año 2016, para proponer esta Ley por parte de activistas y diversas organizaciones se analizó y se enfatizó que habría que considerarse y analizar el contexto de las víctimas y la relación de los transfeminicidos también con el trabajo sexual, que ejercen muchas mujeres trans en nuestro país.

Hoy únicamente la Ciudad de México y el Estado de Nayarit, contemplan ya en sus códigos penales el delito de Transfeminicidio y, como lo he venido diciendo desde hace mucho tiempo, hay un gran avance a los largo de más de quince años, si, para la población LGBTTTIQAP+ en México y por lo que respecta a leyes, reglamentos, protocolos de actuación, protocolos de atención, decretos, pero quienes tienen la responsabilidad de implementarlos no lo hacen, impera la desinformación la falta de capacitación, la falta de un verdadero acceso a la justicia cuando ocurren los feminicidios, crímenes de odio y transfeminicidios en nuestro país, esperamos seguir avanzando a tal punto que logremos erradicar lo que tanto anhelamos, la discriminación y cualquier tipo de violencia en contra de las personas de la comunidad LGBTTTIQAP+.

*Activista LGBT+