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Jaime Chabaud Magnus *

Después de permanecer acéfala la Subdirección de Teatros de la Secretaría de Turismo y Cultura tras el despido injustificado de Mara Cárdenas Villagómez hace siete meses, trascendió que el artista escénico y plástico Sergio “Seva” Flores Acevedo asumirá el cargo abriendo una ventanita de esperanza en que al fin “algo” pase en el sector escénico morelense desde la institucionalidad. Y es “ventanita” y no simplemente ventana porque perfectamente nos podemos quedar como con la Ley de Cultura que aprobó el Congreso local pero no publicó el gobernador Cuauhtémoc Blanco, haciéndola invisible. Porque una ley que el Ejecutivo no publica no existe, y sinreglas de operación y estructura la dejan sin dientes, inoperante. 

​Desearíamos los artistas de la escena -al menos a título personal- que eso no suceda con este nombramiento que de entrada no podemos sino aplaudir con reservas aunque nos placería hacerlo rabiosamente. Desde que el gobernador hizo culta por decreto a Julieta Goldzweig Cornejo -flaco favor- la parte de Turismo de la STyC ha sido atendida a medias pero la de Cultura es un desastre monumental. 

Los retos de Flores Acevedo serán mayúsculos porque en el último año programas como los Martes de Teatro palidecieron hasta quedar en los huesos, desaparecieron los Jueves de Danza al igual que los Sábados Culturales en el Zócalo o la colaboración con el Teatro Narciso Mendoza en Cuautla. La iniciativa de esta administración de Escena en Construcción fue desechada así como el festival de danza Habitar. Los talleres y seminarios que hacía el Centro de Capacitación y Actualización en Artes Escénicas (CAE), ya desaparecido, así como las acciones en favor de la danza que arrancaban con un puesto más bien indefinido, se esfumaron aunque de la Secretaría de Cultura federal se dotó de un generoso programa de formación por cuenta del Centro Cultural Helénico.

​Si no dotan a la Subdirección de Teatros (que sobra decir debiera ser una Dirección) de presupuesto, será triste la gestión de tan notable colega escénico. Porque, además, recibe el Teatro Ocampo en pésimas condiciones y con presupuesto “cero pesos” que lo ha dejado desde hace más de un año sin mantenimiento preventivo, sin posibilidad de compra de consumibles ni remplazo de equipamiento pese a los esfuerzos titánicos del maestro Quintero que valientemente se hunde con el barco cual fiel capitán y a quien desprecian los mandamases de la STyC porque levanta la mano y pide mejores condiciones. 

​Julieta Goldzweig Cornejo, como titular de la STyC no se ha reunido ni una sola vez con el sector cultural en general y mucho menos con los artistas escénicos en particular. Es a todas luces una irresponsabilidad enorme teniendo en cuenta que Morelos tiene dos carreras de teatro, una en la UAEM y otra en el Centro Morelense de las Artes que, además de estar acéfalo también hace meses por el despido de la rectora, cuenta con licenciatura en danza. ¿Qué oferta laboral les espera a los egresados? Ninguna. Y luego nos preguntamos del porqué de la fuga de talentos a CDMX. 

Y ya ni nos pongamos siquiera a pensar en políticas públicas dedicadas a las artes escénicas de la STyC con los agentes culturales o espacios independientes de los municipios. El centralismo a todo lo que da. La infraestructura teatral en el Estado decrece, desaparecen espacios. No hay una sola política al respecto. Los espacios escénicos independientes que le hacen la chamba a la STyC no son acompañados por ésta. Van solos y son invisibles a sus ojos. Tan fácil que sería al menos promover una cartelera que les incluyera. La Finca Palmira, de la que sin duda debemos hablar en otra colaboración, es la rara avis de esta gestión.

​Hubiese querido que estas líneas fuesen para animar a Sergio Flores, artista multidisciplinar que además de hablar cinco lenguas y haberse formado en Quebec, Italia, Francia y México, construyó al lado de su hermano Óscar un espacio indispensable de la capital: La Morada. Me gustaría que este sombrío panorama no lo deprima sino que lo rete y que negocie el dinero mínimo y decente para llevar a cabo un proyecto artístico que dignifique la cultura en Morelos. 

 

* Dramaturgo, docente y periodista.

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