loader image

Davo Valdés de la Campa

 

En el DVD de su concierto Still Growing Up: Live & Unwrapped, Peter Gabriel cuenta que comparte una afición con el bajista Tony Levin de utilizar objetivos especiales para fotografiar de cerca insectos. Lo llama “mundo secreto”. Si tomamos esa misma idea podemos hablar también de un mundo paralelo y oculto en el territorio de las bacterias, virus y células y del vínculo que existe entre estos organismos y el espacio exterior, las estrellas y el curso de los planetas. Un hilo que conecta la existencia de lo diminuto con lo colosal y que une la música, con la tecnología y la naturaleza. 

De eso trata precisamente Biophilia de la artista, avant-garde, Björk, el décimo octavo material discográfico de su carrera, en el que ahonda en la relación entre los sonidos, el entorno natural y la intervención creativa de la tecnología en los procesos creativos. Todo el proceso y la culminación de este trabajo también puede observarse en dos materiales audiovisuales: Biophilia Live (2014) y When Björk Met Attenborough (2013).

El primero es un concierto documental que registra el cierre de una aventura artística multimedia que incluyó instalaciones, performances, una aplicación digital (que se trata de la primera app que el Museo de Arte Moderno de Nueva York incluye en su colección permanente) y la íntima colaboración con productores, artistas, desarrolladores y programadores, científicos como David Attenborough, Djs y músicos de todo el mundo. La película fue dirigida y editada por Peter Stricklandy Nick Fenton –el primero conocido por su segundo largometraje, Berberian Sound Studio (2012)–, y documenta el cierre de la gira que recorrió cinco continentes a lo largo de dos años, en el Palacio Alexandra en Londres.

Biophilia Live es un trabajo que interconecta fondo y forma de forma cuidadosa. Desde el vestuario y maquillaje de Björk, que parece una burbuja grumosa espacial, hasta los videos que se proyectan sobre el escenario de forma envolvente y que muestran close-up de la cadena del ADN, un volcán en erupción o cientos de estrellas de mar sobre la costa, todo conduce al contenido lírico de las canciones, al discurso profundo que inspiró la composición del disco: la preocupación de la artista islandesa en torno al medio ambiente y la explotación de los recursos naturales en su natal, Islandia.

Acompañada de un hermoso coro de mujeres nativas de su tierra natal y músicos con instrumentos rarísimos, además de la presencia –ya constante– de Damien Taylor y 16bit, programadores, mezcladores e ingenieros de sonido, Björk ofrece una serie de momentos íntimos y sublimes, llevando su exploración musical a territorios sorprendentes. El disco se compuso con una tableta digital, ya que como asegura la cantante ya no utiliza instrumentos convencionales como el piano o la guitarra. En vivo se utilizan instrumentos como una bobina de Tesla, un arpa-péndulo que aprovecha la fuerza de gravedad para crear patrones musicales, y lo que ella llama “iPads y cosas”, así como su potente y única voz.

Biophilia significa “amor por la vida o por los seres vivos”, el concierto entero es un canto a todas las formas vivas. Canciones como Crystalline, el primer sencillo, incluye un solo de un galamaste, un instrumento que se creó especialmente para Björk y que consiste en una caja de sonidos de órgano tradicional con una computadora incluida que da la sensación de tocarse solo o por un ser invisible porque se controla de forma remota. La canción Moon, por ejemplo sigue las fases de la luna, y recrea los ciclos en fórmulas musicales que se repiten a lo largo de la canción; Thunderbolt por su parte contiene arpegios inspirados en el tiempo que pasa entre el momento de luz del relámpago y el estruendo del trueno y Dark Matter se compuso con letras en gibberish o galimatías, pensando en que los fenómenos de la materia oscura son incomprensibles para el ser humano. Finalmente Hollow refleja de manera muy clara una porción muy grande de lo que ocurre visualmente en el concierto. Según la propia artista se trata de una canción inspirada en “nuestrosantepasados y el ADN, como si la tierra debajo de nosotros se abriera y pudiéramos sentir a nuestra madre, y la madre de nuestra madre y a su madre 30 mil años atrás. Como si de repente estuviéramos en un túnel o en un tronco de ADN y todos esos fantasmas regresaran. Es un poco una canción de Halloween, bastante gótica, a mi manera…. Es como ser parte de un collar eterno, ser sólo un cordón de la cadena, querer ser parte y pertenecer, ser como un milagro”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *