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Ayer comentamos que, el que corre, es el año más violento en la historia del estado desde que se llevan registros, pues tan solo en los diez primeros meses ya se han contabilizado mil 53 homicidios dolosos.

Según cifras oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, es decir, a partir de denuncias oficiales y carpetas de investigación abiertas, durante la actual administración estatal se ha cometido en nuestro estado casi un 60 por ciento más que en la administración anterior, que, como recordaremos todos, no fue un remanso de paz.

Morelos, además, vivió los dos meses más violentos en su historia también en 2023: agosto con 144 víctimas de homicidios dolosos, un promedio superior a los 4 diarios, y octubre, con 123, un promedio de 3.96 al día.

Hoy informamos que, también de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Morelos se ubica en primer lugar en incidencia de los delitos de despojo y secuestro, y segundo en feminicidio, homicidio doloso, robo de vehículo y robo de bancos.

De acuerdo con la asociación civil Morelos Rinde Cuentas, la comisión de crímenes muestra un comportamiento al alza en los últimos tres años particularmente en cuanto feminicidios, homicidio doloso, secuestro y robo de vehículos.

La incidencia en feminicidios ha crecido durante los primeros diez meses del 2023, en que se han iniciado 38 carpetas, más casos que los reportados en años enteros en esta misma administración. Hay que recordar que las cifras no oficiales de este delito -que siguen varios colectivos- elevan los feminicidios hasta 74.

En materia de despojo, Morelos también se ubica en el primer lugar nacional gracias al promedio de más de mil denuncias anuales durante la administración de Cuauhtémoc Blanco. Lo mismo sucede en robo de vehículos, con un promedio de 14 robos diariamente hasta el mes de octubre y con el secuestro, que, en este año, con 25, ya superaron los secuestros reportados en 2022 (23 casos) y en el 2021 (22).

Vale la pena recalcar que todas estas cifras se basan en casos abiertos a partir de denuncias de las víctimas, cosa que, como ya se ha demostrado también en estudios oficiales, en Morelos muchas personas prefieren no hacer por la falta de los resultados y porque muchas veces los “investigadores” buscan responsabilizar a los atacados de los propios casos en los que fueron víctimas y, después, cuando resulta que se lleva a alguien ante la justicia, también suele suceder que se le deje libre por diversas razones o que gane el juicio por tecnicismos.

Estas son las cuentas que entregará Cuauhtémoc Blanco Bravo a la próxima administración. De este tamaño es el reto de seguridad que deberá enfrentar el próximo gobierno. Pero, lo primero que deberá hacer quien quede a cargo del gobierno estatal es recobrar la confianza de la ciudadanía, defraudada y traicionada por más de una década. Los morelenses, primero, deberán creer que se puede salir de este torbellino de inseguridad y violencia antes de respaldar las iniciativas de gobierno; la incredulidad de los morelenses en la capacidad y voluntad de su gobierno será también un saldo de esta administración.