loader image

En su primer año de vida, el ser humano no se basta solo. Es una criatura que depende para todo de sus padres y que no se ha sacudido el mote de “bebé”; aunque La Jornada Morelos nació adulta, tan solo tiene un año en esta que será la encarnación definitiva de este medio en este estado.

Desde luego, nos acunó la sociedad morelense que tanto quiere este cabezal que tenemos el honor de mostrar en la primera plana, esta sociedad que quería un medio en el que se pudiera reflejar y en el que pudiera encontrar información y contenidos que alimentaran su inteligencia, su curiosidad y su conocimiento del estado que tanto quiere y tanto padece.

No somos un medio complaciente, al contrario, nos especializamos en información que señale los problemas, las injusticias y las propuestas. Sabemos que nuestro estado está lejos de ser un paraíso y, precisamente por eso, necesitamos que se señale lo que está mal y que se haga eco a las propuestas para mejorar. Y no ha sido fácil mantener esa tónica cuando se habla de una empresa que, como todas, requiere de recursos para amanecer cada día.

Pero en el camino, no solo nos hemos encontrado con la calidez de los morelenses que nos han comunicado su confianza, sus expectativas y, desde luego, el cariño que guardan por La Jornada.

El proyecto se ha apuntalado con la sabiduría, experiencia, calidez, ironía, indignación, memoria, valor, solidez y compromiso de los articulistas que, con sus opiniones, nutren a La Jornada Morelos; también, desde luego, con el esfuerzo cotidiano de todos nuestros colaboradores editoriales, presentes y pasados, que han aguantado sequías y ventarrones como buenos morelenses.

También hemos tenido el respaldo comercial de diversos amigos que han logrado que este esfuerzo perviva y llegue a su número 362.

Son muchos agradecimientos que sinsabores, ese es un saldo positivo para un emprendimiento tan azaroso como lo es un medio de información que, como La Jornada Morelos, no persigue beneficios personales o políticos, y que, en cambio, busca establecerse en nuestro estado como el punto de encuentro de la sociedad morelense pues, en La Jornada Morelos como La Jornada nacional, buscamos un periodismo social, de mexicano a mexicano y de morelense a morelense.

Como hace un año, seguimos llenos de entusiasmo, de pasión y compromiso, pero, después de varios miles de notas y varis cientos de artículos que ha abrazado el público lector de Morelos y que los ha hecho suyos en sus debates y en sus opiniones, en la charla de sobremesa y -según nos han dicho- en varias tertulias en donde se brinda a la salud de Morelos, nuestro compromiso no ha menguado, nuestra pasión se ha fortalecido y nuestro entusiasmo no podría ser mayor.

Muchas gracias, tenemos muchos años por delante: solo somos unos bebés de un año.