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Con dos descargas generales, otras de rastros clandestinos de cerdos y pollos, el depósito de basura de al menos cuatro salones de fiestas y de los vecinos en más de dos kilómetros de canal, junto a la proliferación de basureros clandestinos en las orillas, el ejido de Xoxocotla denunció la contaminación impune de uno de los principales canales de riego que abastece a por lo menos 800 hectáreas donde se producen alimentos de este núcleo ejidal.

El presidente del Comisariado Ejidal, Ramón Corona Aguilar, precisó que hacen frente solos al problema, ya que ni el ayuntamiento, ni los mismos vecinos colaboran para terminar con esta contaminación en un afluente en el que, sin embargo, también es usado para nadar por familias de la misma zona.

El canal en referencia es abundante, viene de la comunidad de Alpuyeca, municipio de Xochitepec y pasa por los campos de Tapalehui, Apotla, Mashac, la Rubia, Texixilco, Panteón, Juchilera, Cascalote, Guajes y en este municipio concluye en San Juanes y continúa para San José Vista Hermosa, del vecino municipio de Puente de Ixtla.

La Jornada Morelos acudió a un recorrido de más de un kilómetro por los campos San Juanes, pasando al punto de Shamila, rumbo a Apozonalco, donde se constató la disposición de basura que los vecinos hacen en las orillas del apantle, alguna quemada, otra solo es tirada; latas, cartones, papel higiénico sucio, popotes, fichas o tapas, botellas de vidrio y plástico, etc., “ya con el tiempo va cayendo al canal y se amontona en los puentes”, comentó el presidente del Consejo de Vigilancia, Oscar Sopeña.

Al caminar, hicimos parada en el salón El Clavellín, propiedad de Eleuteria Mancilla y otros, de quienes las autoridades ejidales hacen la referencia de que no solo contaminan el agua con los desechos sólidos, sino también se roban el agua con bombas particulares.

“Les hemos dicho, también a los vecinos, hemos pasado con la máquina para limpiar, tampoco respetan el derecho de vía del canal”, un espacio federal, comenta Ramón Corona, y en efecto, hay lugares donde se han circulado y construido al pie del canal; uno de los salones de fiestas así lo hizo.

Dos tubos grandes de aproximadamente 12 pulgadas, con un chorro constante de aguas negras descargan directamente al canal. Pudimos constatar la presencia de cerdos enjaulados a la orilla, más adelante dos terrenos que tienen construcciones, también adjuntas al canal, donde las autoridades ejidales señalaron que los usan como mataderos de cerdos, también de pollos, en esta última “hemos visto que arrojan plumas, vísceras y sangre”, comenta Ramón Corona.

A por lo menos 500 metros de las descargas permanentes de aguas residuales, está un puente donde el cauce del arroyo ha ganado terreno, ya le colocaron bultos de tierra en la orilla, pero el desgaste natural también ayuda a quienes lo visitan para que se metan, aunado a que el puente sirve de trampolín. Justamente, al pasar por el lugar encontramos en la orilla a un adulto con dos niños. Cuando nos alejamos a unos 30 metros, se alcanza a escuchar, “aviéntate, papá” y oímos el golpe del agua como producido por un clavado. Al preguntarle a las autoridades ejidales, refieren que es normal, “sí, la gente se ‘baña’ en este canal”, pese a las descargas generales, a la sangre y vísceras de pollos y basura que por ahí circula, comentaron.

Aprovechar el agua del canal, rescatarlo de la contaminación permanente, necesita de la intervención municipal y estatal, el encasquillamiento para que se aproveche toda el agua para los campos de cultivo que producen alimentos para el municipio y la región sur del estado, un lugar donde se produce además de caña, guacamote, cacahuate, maíz, sorgo, entre otros productos, comentaron las autoridades ejidales.

Sin embargo, también revelaron que al pedir apoyo al gobierno únicamente les dan largas. Necesitan el encasquillado de canal, llevan dos años esperando el recurso del Fideicomiso Lago de Tequesquitengo, cuyo director, Dionicio Álvarez Anonales, “solo nos dice que ya está”. Al respecto, el mismo presiente el comisariado, Ramón Corona, recuerda que al estar en campaña el citado servidor público le dijo que ya estaba el proyecto para encasquillar el canal, pero ya tiene año y medio fungiendo “y nada”, le falta otro año y medio, para concluir y no hay nada que les dé la certeza de que ser hará la obra. En tanto, el canal continúa invadido, contaminado con descargas sanitarias y con basura, que no solo afecta a la producción agrícola de al menos 800 hectáreas de este lugar, sino a los demás ejidos que siguen y se abastecen del cauce.