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“Jóvenes Construyendo el Futuro” en los municipios morelenses

Héctor H. Hernández Bringas*

el programa Jóvenes Construyendo el Futuro, como señalábamos en entregas anteriores, está destinado al apoyo a personas entre 18 a 29 años que no estudian ni trabajan, para que puedan formarse, capacitarse en el mercado de trabajo, a través de su incorporación a empresas, talleres, PYMES u oficinas de gobierno. Cada joven recibe una beca que ha ido variando con el salario mínimo y que en 2022 fue de 5,285 pesos al mes y seguros de enfermedades y maternidad y riesgos de trabajo durante 12 meses. Los beneficiarios están obligados a asistir los días y horas establecidas en el plan de capacitación.

Señalábamos que, en el contexto nacional, los niveles de cobertura son muy disímbolos. Tomando como datos el total de apoyos entregados versus la población entre 18 y 29 años de cada entidad, hay estados con muy baja cobertura, como Nuevo León y Baja California (con menos del 1%) y, por otra parte, entidades en las que el programa alcanza a al 40% de sus jóvenes, como es el caso de Tabasco. Asimismo, observamos que los niveles de cobertura en los estados guardaban una correlación razonable con respecto a los niveles de pobreza en cada entidad: los estados más pobres tienden a tener mejor cobertura. El estado de Morelos durante los primeros tres años de operación del programa Jóvenes Construyendo el Futuro, tenía una cobertura del 17%.

Pero ¿Cómo están los niveles de cobertura en los municipios del estado de Morelos? También en este caso observamos importantes disparidades: el programa otorga apoyos a casi el 80 por ciento de los jóvenes de Mazatepec, y apenas el 6 por ciento de los jóvenes de Huitzilac.

Fuente: Elaboración propia con datos de: Programas del Bienestar, padrón único de beneficiarios, y proyecciones de población de CONAPO.

A diferencia de lo que observamos en los estados de la República, en los municipios de Morelos no se verifica correlación ninguna entre la cobertura del programa y los niveles de pobreza. Así, por ejemplo, Atlatlahucan y Yecapixtla (municipios con niveles de pobreza superiores al promedio estatal), solo ven cubiertos a menos del 10% de sus jóvenes

En la distribución de los apoyos, parece privar más bien una lógica política. Obsérvese como en los niveles más bajos de cobertura están Huitzilac, Atlatlahucan, Tepoztlán, Emiliano Zapata y Yecapixtla, municipios todos gobernados por partidos distintos a MORENA. Cuernavaca, gobernada por el PAN, tiene una cobertura inferior al promedio estatal. También es el caso de Xochitepec, gobernado por el PRI.

Este puede ser un ejemplo de cómo la distribución de los recursos de los programas sociales que no son universales (como si los es el de adultos mayores), puede estar sujeta a filias y fobias políticas.

En mayo pasado nos enteramos como 16 alcaldes de oposición renunciaban a sus partidos de origen para volverse morenistas. Independientemente de lo condenable o no que nos parezca el chapulineo, y muy aparte de los indudables intereses personales, hoy parece claro que ser alcalde de oposición implica un déficit en los recursos disponibles para gobernar.

*Investigador del CRIM de la UNAM en Cuernavaca

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