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Una nueva era en la gestión del agua

 

Finalmente llegó el día esperado y los resultados fueron abrumadores: Claudia Sheinbaum será la primera Presidenta de México ganando por un amplio margen. Además, todo parece indicar que Morena tendrá mayoría calificada en el Congreso, así que podrá realizar los cambios que desee a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Seguramente cumplirán con su propósito de eliminar contrapesos y órganos autónomos, diseñados específicamente para evitar abusos y decisiones unilaterales de aquellos que ostentan el poder. Muy probablemente los magistrados no subordinados a la 4T de la Suprema Corte de Justicia de la Nación serán cambiados y probablemente pase lo mismo con los Consejeros del INE. Sin contrapesos este país corre un alto riesgo de convertirse en otra Venezuela, Cuba o Nicaragua. Ojalá que la nueva Presidenta no escuche esas voces totalitarias y sea respetuosa de las opiniones divergentes, eso la haría una verdadera estadista.

Solo el tiempo nos dirá qué rumbo tomó nuestro país, deseamos de todo corazón que sea un rumbo exitoso, de crecimiento económico, de paz social, con seguridad y con respeto al medio ambiente.

Pero tratemos de ver el lado positivo, esa mayoría calificada también podría servir para hacer cambios de fondo en las políticas públicas que rigen la gestión del agua en México. Poco hemos escuchado de los cambios que buscaría implementar, pero en uno de los debates nos dio algunas ideas:

Para atender el problema del agua, dijo, estamos desarrollando el Plan Nacional Hídrico, que consta de tres acciones fundamentales:

«La primera tiene que ver con que el 80% del agua dulce en nuestro país se utiliza para riego, sin embargo, solamente el 10% está tecnificado. Hay que modificar también la ley nacional del agua para que puedan liberarse parte de esos derechos. Vamos a ampliar la tecnificación del campo para liberar agua para consumo humano y también para producir más alimentos».

«La segunda tiene que ver con el reciclamiento y al mismo tiempo con nuevas fuentes de agua, como el que está haciendo por ejemplo ahora en Tijuana o como el que se ayudó a hacer por el gobierno federal en Jalisco y en la zona metropolitana de Monterrey, no olviden que el Cuchillo II lo hizo el gobierno federal.»

La tercera parece ser un enfoque metropolitano en la gestión del agua. Dijo: “cuando fui jefa de gobierno invertí 50,000 millones de pesos en agua potable y logramos traer 1.5 m³ adicionales. ¿Qué es lo que ocurrió? que los últimos tres años hemos tenido una sequía muy prolongada que disminuyó el agua del Cutzamala. Pero afortunadamente tenemos un plan con Clara Brugada, con Delfina Gómez y con Julio Menchaca que vamos a desarrollar en el momento que lleguemos a la presidencia.”

Más allá de algunos detalles en las cifras, el diagnóstico es bastante certero. El principal consumidor de agua en nuestro país es la agricultura, y la seguridad hídrica no puede lograrse sin una política pública claramente enfocada a disminuir de manera sustancial las extracciones para ese uso, que además pueden servir para satisfacer las demandas de otros usos, como el agua para las poblaciones, o bien del mismo uso, para lograr mayor producción en el campo.

Por otra parte, el reciclamiento de agua debería ser una política pública, es indispensable ante los escenarios de cambio climático, la alteración de los patrones de precipitación y las cada vez más altas temperaturas y duración de las sequías. Hay que ver las aguas residuales como un recurso y no como una carga, con una visión de economía circular. El reúso de aguas residuales tratadas no solo disminuye las extracciones de agua de los acuíferos o las cuencas, también disminuye la contaminación y puede generar ingresos que ayuden a la sostenibilidad de los servicios públicos.

Finalmente, se reconoce que aún con eso será necesario seguir construyendo infraestructura para traer más agua de otras fuentes cada vez más lejanas, presas y acueductos siguen estando entre las soluciones de corto plazo, quizá lo novedoso es este enfoque metropolitano del que habló para el caso de la zona metropolitana de la CDMX, pero que puede aplicarse a muchas otras ciudades en nuestro país.

Terminaron las elecciones, es tiempo de trabajar unidos en la solución de los problemas.

#aguaparatodos