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100 pasos para la transformación

 

Después de que la semana pasada comenté en esta columna tres acciones que la próxima presidenta de México mencionó como ejes del Plan Nacional Hídrico 2024-2030, algunos lectores me hicieron llegar un documento denominado “100 pasos para la transformación” que incluye un capítulo sobre Medio Ambiente, Agua y Recursos Naturales.

Usted puede encontrar el documento completo en la página de la Doctora Claudia Sheinbaum Pardo, en la siguiente liga https://claudiasheinbaumpardo.mx/wp-content/uploads/2024/03/CSP100.pdf

El documento inicia reconociendo que el agua es un recurso vital para México: se requiere no solo para el consumo que tenemos en la casa y el trabajo, sino también para nuestra seguridad alimentaria, el desarrollo económico, la generación de energía y el cuidado de la salud pública.

También señala que estamos cruzando por una sequía prolongada, que son cada vez más evidentes las amenazas del cambio climático y que seguimos buscando soluciones para evitar la sobreexplotación y contaminación de nuestras fuentes de agua.

A pesar de este panorama, dice, sí existe un futuro donde hay recurso para todos sin necesidad de sobreexplotar ni contaminar las fuentes. Ese futuro requiere que volvamos a plantear las reglas que rigen al sector y que implementemos soluciones distintas, basadas en la tecnología y llevadas a cabo por una nueva generación de profesionistas.

Dentro de las propuestas y acciones de gobierno se mencionan tres:

Primero, transformar para fortalecer las reglas y las instituciones del agua.

Segundo, transformar para modernizar y hacer un uso eficiente del agua en el campo. Y,

Tercero, transformar con obras estratégicas.

En la primera de las propuestas delinea lo que parecen ser los principios de la política hídrica del sexenio que viene:

Las instituciones y las leyes que rigen el sector deben evolucionar para asegurar que todos y todas las mexicanas tienen asegurado su derecho al agua. La CONAGUA debe ser fortalecida para que pueda cumplir con su encomienda política, técnica y financiera.

El Derecho Humano al Agua debe tener prioridad, al mismo tiempo que se reconoce al agua como un recurso estratégico para el desarrollo social y económico del país.

Ninguna fuente debe ser sobreexplotada de manera sostenida. El artículo 27 de la constitución, que establece que la propiedad de las aguas corresponde a la Nación, debe ser respetado y fortalecido.

Se debe integrar a la sociedad en la toma de decisiones que afectan las condiciones hidráulicas de su cuenca.

El balance hídrico de cada cuenca debe ser una aspiración nacional para los próximos 50 años y la estructura legal nos debe encaminar hacia allá. Y,

El acaparamiento de agua a través de concesiones que la comercian a través de un mercado no regulado debe operar bajo el paraguas de la ley.

En los “100 pasos para lograr la transformación” se traza la ruta y las aspiraciones del segundo piso de la 4T: revisar las leyes en la materia para proteger el derecho humano al agua, asignar los derechos de uso de una forma justa y asegurar que el agua continúe siendo patrimonio de México. Es con esta visión con la cual se desarrollará la infraestructura que se requiere para que el agua se use de manera eficiente en el campo y para llevar agua responsablemente a donde se necesita, para sanear nuestros cuerpos de agua, para regenerar y para cuidar las fuentes.

*Profesor, consultor y gerente general de AQUATOR