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¿Cómo se bautiza a los ciclones?

 

Hace tiempo uno de mis alumnos me hizo esta pregunta ¿cómo se les asigna el nombre a los ciclones? Yo le respondí con otras más ¿qué es un ciclón? ¿cómo se clasifican? ¿cuántas categorías hay? ¿cuáles son los más peligrosos? Desde entonces estas son preguntas de examen para aprobar mi curso.

Comencemos por esto último. Un ciclón es una masa de aire cálida y húmeda con vientos fuertes que giran en forma de espiral alrededor de una zona central llamada comúnmente “ojo”. Como dato curioso, en México (y en todo el hemisferio norte) los ciclones giran en sentido contrario a las manecillas del reloj, pero en el hemisferio sur giran en sentido contrario, es decir, en el mismo sentido de las manecillas.

Los ciclones se forman en el mar, cuando su temperatura es superior a los 26 grados centígrados. Eso explica por qué el calentamiento global tiene como uno de sus impactos la generación de un mayor número de ciclones y de una mayor intensidad. La temperatura de la tierra (y de las aguas del mar) ha estado aumentando en las últimas décadas, el año 2022 fue el más cálido de la historia, el 2023 lo superó, el 2024 podría hacerlo, esas temperaturas han alterado de muchas maneras los patrones de precipitación, una de ellas son los ciclones.

En México, la temporada comienza en el mes de mayo en el océano Pacífico, mientras que, en el océano Atlántico es en junio. Para ambos océanos la actividad concluye a finales de noviembre.

Los ciclones tropicales se clasifican en tres tipos de acuerdo con la velocidad de sus vientos máximos; la primera categoría se llama depresión tropical, cuando sus vientos son menores a 63 kilómetros por hora; la segunda es la tormenta tropical, que comprende vientos entre 63 y 118 y la tercera categoría es la de huracán, al presentar vientos con una velocidad mayor a los 118 kilómetros por hora.

Los huracanes a su vez se clasifican en 5 categorías según la intensidad de sus vientos: la categoría 1 con vientos de entre 118 y 152 kilómetros por hora, la 2 entre 153 y 178, la 3 entre 179 y 209, la 4 entre 210 y 250, y la 5 con vientos superiores a 250 kilómetros por hora. Desde luego esto tiene implicaciones en la intensidad de los daños que puede generar, un huracán categoría 1 se espera produzca daños mínimos, un 2 moderados, un 3 extensos, un 4 extremos y un 5 catastróficos. Para darles algunos ejemplos, el año pasado el huracán Otis impactó a Acapulco con categoría 5, hace unos días el huracán Beryl tocó tierra al norte de Tulum como categoría 2, los daños fueron totalmente diferentes.

Por otra parte, parecería que el tema de nombrar a un huracán es algo irrelevante, pero no es así, es especialmente importante en el intercambio de información detallada entre cientos de estaciones, bases costeras y embarcaciones. La experiencia demostró que el uso de nombres cortos y distintos es la forma más rápida, sencilla y menos propensa a errores, a diferencia de anteriores métodos de identificación basados en el santoral católico o en la latitud y longitud del sitio donde impactó, por ejemplo.

Los nombres que se les dan a los ciclones siguen un orden predeterminado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Se usan seis listas ya definidas que se van rotando, por lo tanto, la lista para el presente año es la misma que se usó hace 6 años. Aunque originalmente se usaban solo nombres femeninos hoy se utilizan nombres masculinos y femeninos alternadamente, siguiendo el orden alfabético.

Si el nombre del primer ciclón de la temporada por el Pacífico es masculino, por el Atlántico es femenino, el siguiente es del género opuesto y así sucesivamente. Este año por ejemplo, el primer ciclón que se formó por el Atlántico tuvo el nombre de Alberto y por el Pacifico Aletta, el segundo por el Atlántico se llamó Beryl, el tercero Chris, el siguiente se llamará Debby, y por el Pacífico los siguientes se llamarán Bud y Carlotta.

Cuando un ciclón es de gran magnitud y devastación por el impacto que deja a su paso se retira el nombre de la lista, y la OMM selecciona otro nombre en reemplazo. Por ejemplo se han retirado de las listas los nombres de Wilma (2005), Otis (2024), Paulina (1997) y Gilberto (1988), entre otros. Monterrey, Acapulco, Cozumel, Playa del Carmen y Puerto Escondido, entre otros, los recordarán por siempre.

La temporada de ciclones de este año apenas comienza, hay que estar preparados.

*Profesor, consultor y gerente general de AQUATOR

Imagen satelital del huracán Otis acercándose a la costa del Pacífico mexicano Imagen: NOAA