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Davo Valdés de la Campa

A propósito de Asteroid City, su más reciente estreno en salas de cine, en una entrevista, el director Wes Anderson, mostró su inconformidad y displicencia en torno al trend de Tik Tok que viralizó videos de usuarios en el que utilizan una estética wesandersiana con música de Alexandre Desplat (la banda sonora de The French Dispatch) para compartir diferentes momentos cotidianos: idas al museo, viajes, trayectos en el aeropuerto, comidas en restaurantes, etc.“[…] no quiero mirarlo, y pensar ‘¿eso es lo que hago? ¿Es eso lo que quiero decir?’. No quiero ver demasiado a alguien más pensando en lo que yo trato de ser porque, entonces podría comenzar a hacerlo”, dijo Anderson a The Times.

​Lo anterior me hizo preguntar ¿Qué es lo que la gente ve en el cine de Wes Anderson? ¿Qué es lo que más disfrutan? Si asumimos que los vídeos de Tik Tok recrean el sello visual del director de Moonrise Kingdom The Grand Budapest Hotel, lo que se imita (aunque realmente a lo que se reduce) es una forma. 

​Si yo tuviera que sintetizar esa forma, en función de los vídeos que vi siguiendo este trend, su estilo estaría compuesto de una paleta de colores a veces vibrante, a veces pastel, pero siempre predominante; composiciones simétricas y planos fijos: sus encuadres están cuidadosamente equilibrados y enmarcados, creando una sensación de armonía y orden visual; y un diseño de producción detallado: cada escenario y set en las películas de Anderson está meticulosamente diseñado y decorado, según la época y el lugar.

​¿Es este el cine de Wes Anderson o hay algo más? 

Yo agregaría que sus obras destacan por el rechazo de las nuevas tecnologías ya que prefiere el uso de maquetas, el stop motion, el celuloide y las técnicas fílmicas tradicionales y que su lenguaje cinematográfico incluye movimientos de cámara precisos: Anderson utiliza movimientos de cámara comotravellings y paneos suaves, que no sólo contribuyen a la estética de sus películas, sino que hay que prestar atención a los detalles: los objetos, gestos y pequeñas acciones de los personajes, que suelen tener un significado y un propósito en la historia. Otros ejemplos que son formales y narrativos son: la cámara que traspasa las paredes, los perfiles acusados o los planos cenitales cargados de significación narrativa. Todos los recursos estéticos están al servicio de la historia, la definición del espacio narrativo y el dibujo de los personajes. Los planos detalle, por ejemplo, liberan a los objetos de su condición automatizada para transformarlos en personajes en sí mismos o en detonantes de la acción, como en un buen cuento.

Anderson filma y monta como un auteuren el sentido nouvelle vague de la palabra. Su cine, a través de repartos corales (que están al servicio de personajes excéntricos, nihilistas, singulares y patéticos) y de una forma que ya describí, cuenta historias utilizando el lenguaje propio del cine. Mediante el uso de la simetría a través del blocking (la composición y colocación de los actores y objetos en el espacio escénico dentro del encuadre de la cámara), se asegura de que toda la atención del espectador recaiga sobre el personaje o la acción que está centrado en la composición.

​Por supuesto que poco o nada de esto forma parte de la simplificación formal de los videos de Tik Tok. Estos reelsnormalmente romantizan una estética. Y según el mismo Anderson “aún si la forma es esencial, una película es ante todo un guion, un elenco…».  Es decir, el trend trivializa todo un estilo formal que se usa para contar historias. En estos vídeos tenemos una estética desnuda, pero sin significación. 

​No obstante, ¿no será que en esos vídeos también haya algo de verdad? ¿No será que acaso en esa búsqueda obsesiva de la forma, Anderson ha privilegiado la estética por encima de la narrativa o de la ideología?

Pauline Kael, una influyente crítica de cine en varios de sus escritos, a menudo critica el exceso de estilo visual en las películas, especialmente cuando la estética domina la narrativa o los personajes. Kael consideraba que la excesiva atención a la forma podía distraer o incluso alienar al público de la experiencia cinematográfica, de manera similar Jonathan Rosenbaum ha expresado preocupaciones sobre el abuso de la estética en el cine, especialmente cuando se utiliza como una forma de distracción o mero estilo visual sin un propósito narrativo o temático significativo. Rosenbaum argumenta que la estética debe estar al servicio de la historia y los temas, en lugar de ser un fin en sí misma. ¿Es este el caso de Anderson y su filmografía? Lo exploraremos en la siguiente entrega. 

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