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José Martínez Cruz y Marco Aurelio Palma Apodaca

La violencia cotidiana muestra la grave descomposición social en Morelos. Más de mil homicidios en 2023 así lo muestra. La industria criminal crece al amparo de la impunidad. No será mediante la fuerza como se logrará una seguridad ciudadana, sino con prevención y estrategias que involucren a todos los niveles de gobierno y sociedad organizada. Lamentables tantas muertes que se pudieron haber evitado.

Cuernavaca y Morelos enfrentan una emergencia por la creciente inseguridad, exacerbada por la impunidad y la falta de coordinación entre niveles de gobierno, como lo hemos exigido desde la Comisión Independiente de Derechos Humanos. Todos los días vemos como ocurren graves hechos de violencia que abarca a casi todos los municipios y que evidencia la falta de eficacia del modelo de Policía de Mando Único y por tanto, se requiere de una nueva estrategia real y efectiva.

La clave radica en una coordinación real y mecanismos de rendición de cuentas, así como la necesidad de involucrar a la ciudadanía en una estrategia integral que priorice la prevención sobre la reacción armada, abordando el diagnóstico certero de zonas peligrosas y modus operandi de quienes cometen estos crímenes.

Enfatizamos la importancia de informar a la sociedad de manera transparente y de utilizar las redes sociales como herramienta activa, por lo que llamamos a tomar conciencia de la gravedad del problema y a asumir la responsabilidad colectiva para exigir una estrategia de seguridad que priorice la prevención y la colaboración entre actores involucrados.

Sin una estrategia basada en la prevención, cualquier reacción posterior carecerá de efectividad, sobre todo por la ola de violencia en Cuernavaca y Morelos, que refleja la complejidad social y la impunidad que ha permitido el fortalecimiento de la industria criminal.

La estrategia debe garantizar seguridad ciudadana, respetando los derechos humanos y evitando depender exclusivamente de la fuerza militar y policiaca.

Por ello es necesario insistir en la necesidad de un diagnóstico preciso para abordar las áreas más riesgosas y actuar antes de llegar al extremo de reaccionar ante tragedias; la prevención, es la piedra angular y como lo hemos señalado desde la Comisión Independiente de Derechos Humanos, resalta la falta de aplicación de esta premisa durante los gobiernos anteriores, aunado a la urgente necesidad del retiro de las fuerzas armadas de las calles, ya que sin una estrategia preventiva, pueden ocurrir más actos de violencia como los homicidios dolosos, los feminicidios, el aumento del consumo de drogas y mayores ganancias para los que controlan la industria criminal.

En medio de esta crisis, es necesario destacar la mayor eficacia de las redes sociales al informar en tiempo real sobre hechos delictivos, superando al 911 y a las corporaciones policiales, lo que pone de manifiesto la falta de capacidad e información de estas instituciones.

Hacemos un llamado a tomar conciencia sobre la gravedad del problema y la importancia de la prevención como base para una estrategia efectiva de seguridad ciudadana; en este panorama, la colaboración de todos los sectores de la sociedad organizada y movilizada es la principal vía para exigir una investigación y sanción adecuadas por parte de la Fiscalía, las autoridades municipales, estatales y judiciales.

Resistir y seguir luchando. Por más que la realidad sea dura y cruel, tenemos como imperativo categórico continuar luchando por transformarla. Nada ni nadie podrá impedir que, en algún momento, podamos alcanzar la justicia y la dignidad humana que nos merecemos todo el mundo.

Si bien es cierto que en tiempos electorales abundan las ansias de poder, y que es el tiempo donde todos los gatos son pardos, diría Lampedusa. Que todo cambie, para que todo siga igual.

Éstos son mis principios, dirían las y los precandidatos, pero si no les gustan, aquí tengo otros. Como en carnaval de Venecia, todos usan máscaras sonrientes, para ocultar su verdadero rostro. Ni a quién irle verdaderamente.

Pero no vamos a dejar de seguir luchando.

Hacia el 25 de noviembre, día internacional de lucha contra el feminicidio y la violencia contra las mujeres.

El Ejecutivo no atiende la Alerta de Violencia de Género que tiene como objetivo prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia feminicida, como lo ha documentado la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Morelos desde el año 2000 a la fecha y desde la AVG en 2015, por ello éste 25 de noviembre es necesario elevar las voces de protesta social para exigir que el Estado garantice el acceso de las mujeres a una vida libre de violencia.

Que el miedo no nos paralice. Que las violencias no nos sean indiferentes.