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Al Txoro y a la CDHM, amigos

En el convulso Morelos que vivimos ya no son noticias las muertes ni violaciones, parece normal que la pobreza en el campo se vea como parte del folclor o que la tala ilegal se tolere con tal de que no nos “vean feo” los delincuentes que la realizan.

La violencia, la ilegalidad y las leyes elásticas y acomodaticias parecen ser el pan de cada día para los morelenses que, al parecer, no podemos terminar de reponernos de una sorpresa cuando la realidad nos receta otra.

Primero, el arresto del Fiscal cimbró a todo el país, no tanto por Carmona Gándara, sino por el precedente que puede sentar sobre lo que todos entendíamos como fuero de los funcionarios públicos y la competencia de órganos y congresos estatales.

Después, el sábado, las oficinas del medio de información el Txoro Matutino y, luego, el domingo, las instalaciones de la Comisión de Derechos Humanos del estado de Morelos, recibieron la visita de pistoleros.

Ambos ataques se realizaron en la madrugada, al parecer los cinco balazos al Txoro y los ocho a la CDHM fueron algún tipo de advertencia, un acto criminal aunque, por lo pronto, sin intenciones homicidas. Estos ataques no fueron casuales, ni mera coincidencia y ambos parecen ser parte de un mismo mensaje.

Cabe recordar que hace unos días la reportera Viridiana Arias del Txoro Matutino asistió a la conferencia matutina en Palacio Nacional. Ahí le dijo personalmente al Presidente que el gobernador Blanco no ha logrado aterrizar el proyecto de la Cuarta Transformación en el estado que gobierna, recordó los altos índices de criminalidad y la supuesta protección que el mandatario local ha dispensado a un exdiputado acusado de violación, y las omisiones de Blanco a las Mesas de Seguridad.

La reportera también comentó que, de no ser por los apoyos del gobierno federal, la economía estatal estaría detenida, y que incluso los apoyos a los sectores más vulnerables de la población en Morelos solo se otorgan gracias a la intervención de las dependencias federales. En aquella ocasión, el Presidente López Obrador defendió a Blanco Bravo y aseguró que Graco Ramírez Garrido había sido peor gobernante.

Por su parte, la Comisión de los Derechos Humanos señaló que este incidente tuvo lugar en el contexto del seguimiento que la CDHM ha dado a la detención del fiscal estatal Carmona Gándara y a las denuncias de acoso laboral -y escándalo sexual- dentro del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Morelos.

Son preocupantes estos mensajes con armas de fuego que, más que amedrentar a los medios de información o a la defensa de los derechos humanos en el estado -cosa que están muy lejos de lograr- nos recuerdan lo cerca que estamos de la ley de la selva, marco en el que hay gente que se siente por encima de cualquier otra ley, pretende vetar opiniones en el debate público e impedir que las garantías constitucionales, como son los derechos humanos, se puedan ejercer libremente.

A tan solo a unos kilómetros hacia el sur, tenemos un ejemplo de lo que sucede cuando claudican las instituciones ciudadanas. Eso no va a pasar en Morelos.

Va la solidaridad de La Jornada Morelos a los compañeros del Txoro y a los funcionarios de la CDHM.

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