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Bienvenido a esta su casa, señor Presidente. Siempre se le extraña en Morelos, tan cerca del Palacio Nacional y solamente ha venido ocho veces, contando esta. Pero no se preocupe, por este su estado se le aprecia mucho, pásele por favor.

Disculpe si no nos dio tiempo de recoger los platos sucios de la mesa y si tampoco hemos barrido la casa, en realidad no lo hacemos desde hace tiempo y, perdone por favor pero no hay agua en algunos baños de la casa.

¿No tuvo problemas para llegar?… uno que otro bache, claro, pero después de un tiempo uno se acostumbra y los hoyancos hasta sirven para que se modere la velocidad.

¿Dónde dejó el carro? ¿allá en la sombrita? Mejor acérquelo un poquito, por aquí hay gente muy habilidosa y son capaces de cambiarle las llantas por ladrillos antes de que se baje. En Morelos encabezamos las estadísticas de robo a vehículos.

Ahora que lo menciono, muchos números van al alza en el estado, el de homicidios dolosos, feminicidios, trata de personas, lesiones dolosas y hasta corrupción de menores, y conste que todos son datos oficiales. Ojalá algún día la salud, la educación y el bienestar muestren las mismas tendencias.

Todo por acá sigue igual a como usted lo dejó en marzo del año pasado: aún no se hablan el Ejecutivo y el Legislativo, en donde su partido está bastante dividido, alguien hasta tuvo la peregrina idea de sugerir que viniera el Presidente para arreglar el embrollo, pero no usted, el del partido.

Pero por Temixco, aunque sea uno de los municipios más inseguros en el estado, por lo menos hoy usted no se preocupe. El hospital que viene a incorporar al esquema IMSS-Bienestar está recién pintado, nos olvidamos del azul que tenía y ahora es verde. Espero que no quiera ir a los de Tetecala, Ocuituco y Axochiapan, que también se incorporan, porque no estamos seguros de que les haya alcanzado para darle su manita de gato.

Cuando se vaya, no le recomendamos que cambie mucho su itinerario porque hay algunos rincones morelenses que es mejor ver solamente en el noticiero.

De todos modos, no se fije y ¡sea usted bienvenido, señor Presidente!

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