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A diferencia del de la Madre, el Día del Padre no tiene una fecha con número específico para celebrarse; está confinado al tercer domingo del mes de junio, día siempre inhábil. Pero no importa gran cosa porque, tradicionalmente, tampoco es de esos días que se celebren por todo lo alto.

Esto a pesar de la importancia que generalmente tienen los “jefes de familia” para el mantenimiento y el bienestar del hogar, aunque cada vez esto se vuelve más un estereotipo de género.

Hay miles de madres que o colaboran en la economía familiar o se hacen cargo completamente de mantener al hogar que, también hay que recordar, su conformación está cambiando y, a los casos en donde una persona se haga cargo de sus hermanos o familiares, también se suman ya abiertamente familias con dos padres o dos madres.

En Morelos las mujeres son mayoría (son casi el 52 por ciento), pero la tasa de participación en la economía es mayoritariamente masculina (con el 75.9 por ciento) por lo que no es demasiado arriesgado suponer que, por lo menos en los hogares morelenses, el principal proveedor continúa siendo un hombre.

De acuerdo al INEGI, hay 21. 3 millones de mexicanos que reconocieron ser padres de al menos un vástago que vivía con ellos. De este sector, una cuarta parte tiene entre 30 y 39 años y, un poco más, entre 40 y 49 años. El 56 por ciento de los padres mexicanos, de acuerdo al censo, tienen solamente la educación básica.

Así es que hay muchos tipos de padres y no a todos se les celebra, unos por justas razones, como acusan las madres que les piden que se hagan cargo de las pensiones alimenticias y, otros, muy a pesar de sus seres queridos, pues se encuentran desaparecidos en contra de su voluntad, como nos lo recuerda el colectivo Regresando a Casa.

Pero vale la pena celebrar a los que se lo merecen. A quienes permanecen atentos de sus hijos y de sus parejas y que se esfuerzan cada día por ellos. Y también vale la pena reconocer a todas esas familias que extrañan a sus padres no por el dinero que aportaran a casa, sino porque son una figura entrañable que ahora toca a sus familias buscar, con la esperanza de encontrarlos de alguna forma.

Por lo pronto, el Tribunal Superior de Justicia ya decidió celebrar a los padres el 19 de junio, que suspenderán actividades, a pesar de que no es un día de asueto oficial, según la Ley Federal del Trabajo. Tal vez de ahí se origine un movimiento nacional -pues hasta ahora el TSJ de Morelos es el único en el país que lo hace- que le confiera al Día del Padre, por fin, un día con número en el calendario de asueto cívico.

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