loader image

 

Deficiencia de micronutrimentos entre mujeres mexicanas

Fabiola Mejía Rodríguez y Teresa Shamah Levy *

La alimentación diaria debe incluir alimentos saludables, higiénicos y ricos en vitaminas y minerales. De no consumir todos los grupos de alimentos (frutas, verduras, leguminosas, cereales, tubérculos), se puede presentar una deficiencia de vitaminas y minerales (micronutrimentos) esenciales para el crecimiento y el mantenimiento del cuerpo; nos estamos refiriendo principalmente al hierro, zinc, ácido fólico y a la vitamina A. En esta ocasión hablaremos particularmente de lo que sucede en las mujeres mexicanas de 12 a 49 años de edad cuando existe dicha deficiencia.

A medida que van disminuyendo los niveles de hierro en el cuerpo se van presentando signos y síntomas de cansancio; somnolencia y dificultad para estudiar o trabajar; palidez en la piel y la conjuntiva del ojo, y en el estado más grave de deficiencia de hierro se produce la anemia.

Si bien la principal causa de la anemia está en la deficiencia de hierro, este padecimiento también se puede deber a la deficiencia de otros micronutrimentos (vitamina A, B12 y folato), a infecciones parasitarias (por ejemplo, malaria, helmintos), trastornos hereditarios (genéticos), infecciones y enfermedades crónicas (diabetes), o bien a la pérdida abundante de sangre durante la menstruación (más de siete días), la gestación o el parto. También, fumar tabaco se ha relacionado con alteraciones en el hierro, y consumir alcohol, con deficiencia de vitamina B12. Asimismo, la deficiencia de folato antes y durante el embarazo se ha asociado con la presencia de defectos en el niño (defecto de tubo neural y labio leporino).

Las principales consecuencias de la anemia y la deficiencia de micronutrimentos en la salud de las mujeres pueden ser la presencia de abortos espontáneos, nacimientos a pretérmino, bajo peso al nacer en sus hijas o hijos, y efectos negativos en el desarrollo mental de los menores, lo cual puede conllevar implicaciones económicas y de salud a largo plazo para las familias, así como impactos desfavorables en la economía del país.

A nivel nacional, y de acuerdo con datos de los años 2012 y 2018-2019, 1 de cada 3 mujeres padecía deficiencia de hierro (ferritina menor a 15 µg/L). También en 2012, se reportó deficiencia de vitamina B12 (8%) y folato (1.9%).

Por ese motivo, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición Continua 2022 actualizó la información, y los resultados del análisis indicaron que la deficiencia de hierro (ferritina menor a 15 µg/L) estaba afectando a 39.7% de las mujeres no embarazadas de 12 a 49 años; además, la deficiencia de vitamina B12 se observó en 17.2% de ellas. Cabe aclarar que no se registró una deficiencia de folatos.

El hierro se encuentra en la carne, aunque existen dos formas de este mineral en los alimentos: el hierro hem, presente en productos cárnicos, y el hierro no hem, que se encuentra en legumbres, verduras y leguminosas. El hierro hem (cárnico) se absorbe un poco más (entre 15 y 35%) que el hierro no hem (vegetal) en el intestino (entre 1 y 4.3%). Esto se debe a que algunas sustancias en la dieta, como el calcio (leche, queso, crema, yogurt, etc.), los fitatos (presentes en cereales como tortilla de maíz, leguminosas y nueces), los oxalatos y los taninos (café, tés) entorpecen la absorción en el intestino del hierro no hem. También puede afectarse por malnutrición (comer alimentos no saludables), mala absorción o aspectos genéticos.

Para ayudar al hierro no hem (de alimentos de origen vegetal) a que sea mejor absorbido por el intestino delgado, se recomienda combinar los alimentos con aquellos que contienen vitamina C y también con alimentos ricos en vitamina A; asimismo, se aconseja no ingerir, durante ese tiempo de comida, alimentos ricos en calcio (leche, queso, crema, yogurt, etc.), o bien té o café, bebidas ricas en taninos que secuestran al hierro no hem y no permiten su absorción en el intestino.

Ante este panorama, se requieren acciones de gobierno enfocadas en el diseño, la implementación y el monitoreo de intervenciones de vigilancia nutricional dirigidas a la producción y promoción del consumo de alimentos ricos en hierro y vitamina B12, a fin de aumentar el acceso a alimentos saludables en zonas marginadas. En áreas de muy bajo o nulo acceso a los servicios de salud, se sugiere la suplementación de micronutrimentos considerando el contexto cultural y social en el que se implemente esta medida, todo ello con el propósito de evitar que se perpetúe el ciclo intergeneracional de deficiencias nutrimentales, es decir de madres a hijas e hijos durante los primeros mil días de vida de los menores.

Aunado a lo anterior, es necesario garantizar el acceso de las mujeres a los centros de salud, para una detección oportuna de la anemia y para fomentar el consumo de alimentos naturales, desalentando en la medida de lo posible la ingesta de alimentos bajos en vitaminas y minerales, es decir de aquellos que son altos en energía, grasas, azúcares y sal (ultraprocesados).

* Especialistas en salud pública. Invitadas por Eduardo C. Lazcano Ponce.