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Miguel A. Izquierdo S.

Epimeleia, dicen los historiadores y filósofos, era la denominación que daban los griegos a esta disciplina de conocerse a uno mismo, ver por sí, y consecuentemente, conseguir el potencial de empatizar con las necesidades e intereses de los demás. Los politiqueros que operan clientelarmente, y las grandes empresas, quisieran que no nos ocupáramos de nosotras/os mismos, que dejáramos en sus manos los recursos y medicaciones para atendernos, por supuesto pagando el costo nosotros, sin intervenir en el mundo para ver por nuestra salud e integridad y la de los otros que nos rodean.

Pues ese patrón cultural, se rompe cada vez que vecinas y vecinos nos agrupamos para hacernos responsables de nuestro entorno, de nuestro destino y condiciones de vida: eso han decidido centenas de ciudadanes de Tezontepec, región de Jiutepec, al enfrentar colectivamente los efectos de un incendio en el basurero a cielo abierto, ilegal, en pleno centro de ese municipio. Al hacerlo, descubrimos que nuestra integridad desde hace años está en riesgo, al poderse desplomar la Calle de los Doctores, por excesos de extracción y ambición de dueños de la antes Mina de Tezontle, como ya sucedió pocos años atrás con la calle Tezontepec. Luego descubrimos, además, el potencial de daño a la ciudadanía, dado que los pozos de la zona pueden contaminarse por lixiviados que se producen necesariamente en basureros como éste. Todo eso partiendo de los daños causados por las fumarolas que surgen día y noche en el basurero, con más de 25 venenos, letales la mayoría de ellos, desde el 1 de abril pasado y hasta hoy.

Estamos apropiándonos del conocimiento de nuestro entorno ambiental, vital, para así proponer e incidir en las políticas públicas más adecuadas para menguar y ojalá desaparecer, esos riesgos y efectos sobre todas y todos los vecinos de Jiutepec. Vean la tabla elaborada con apoyo de mujeres y hombres de este rumbo, monitoreando desde el 24 de abril, los gases que van a la atmósfera (está prohibido producirlos), desde el basurero ilegal. La información producida incluye también búsquedas con IA sobre formas de apagar y no apagar incendios.

En la tabla marqué con líneas rojas, los grupos de valores máximos de bióxido de carbono (CO2), partículas indisolubles en el ambiente (TVOC), formaldehído (HCNO), temperatura y humedad, durante el periodo 24 de abril al 7 de agosto. Es evidente que 12 de junio y el 23 de julio, aparecen los máximos valores de esos 4 primeros indicadores (y 3 de ellos en la semana del 16 al 22 de julio). ¿Por qué? La muy probable respuesta, se encuentra en los videos y fotos tomadas varias veces al día por nuestro equipo femenino de monitoreo: desde el 14 de junio aplicaron cal en polvo a las fumarolas (antes agua), por varios días…Según la tabla, eso coincide con aumentos sensibles, mucho más peligrosos (ya lo eran antes), en los promedios de las emisiones contaminantes de la atmósfera y que van directo a los pulmones de la ciudadanía de la región.

Dejaron de aplicar cal, y vean ustedes que bajan esos promedios, desde el 2 de julio, salvo la semana del 16. ¿Son incontrovertibles nuestros datos? No, pero no vemos que el Ayuntamiento monitoree, ni nos ha mostrado sus fuentes “científicas” para aplicar cal o agua, y sigue sin exponeros antes, noticia de los contenidos por cada espacio del basurero (los hay químicos, pero aún no lo reconoce). Seguimos en espera de que se cumpla nuestra petición planteada a las autoridades, desde inicios de abril, en el sentido de que un equipo de expertos explore esos contenidos y determine lo que debe aplicarse para terminar definitivamente las emisiones venenosas, que han mandado al hospital a varios infantes y señoras, como enfermado a varias decenas más, y contando, impune y dolorosamente.

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