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La Lotería Nacional y la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC), con motivo del 65 aniversario de ésta última,  organizaron una serie de 32 sorteos cuyos boletos -conocidos como “cachitos”- están adornados por platillos representativos de los estados de la República.

La serie del Sorteo Mayor 3890 que se celebrará la próxima semana llevará impresa la cecina de Yecapixtla como representante de la gastronomía morelense, y nadie puede negar que es un producto local reconocido en todo el país.

Sin embargo, la comida morelense es de las más variadas del país gracias a que aquí se produce prácticamente de todo, para disfrute tanto de los locales como de los visitantes y porque aquí hemos adoptado y adaptado, hasta hacerlos propios, muchos platillos originarios de otros lugares.

Además de la fast food local que son los tacos acorazados, principal deleite de los que tienen que comer caminando o a quienes no les interesa gran cosa la sobremesa, están los frijoles ayocotes con bolitas de masa, los hongos con cazahuate, el conejo en chileajo, el espinazo de cerdo con chiles amartajados, la salsa de jumiles con tortillas azules, los moles tipo Morelos, el verde de pepita, el estilo Tlayacapan.

Aquí también tenemos pescado -ahí están incluso los tamales de bagre- y una larga lista de frutas y verduras que a veces perdemos de vista por su abundancia. 

Y de bebidas tenemos el rompope de Tehuixtla, el aguardiente de Zacualpan, el pulque de Huitzilac, el tepache y mezcal de Palpan y, para quienes prefieren su trago sin alcohol están las “Lágrimas de la Virgen”, el agua de cacao, aguas de cebada, betabel, mezquite, el balché, el achocote y el uvate.

Mención aparte merecen todos los tipos de pozole con que en Morelos acompañamos tantas fiestas patronales y ocasiones especiales. 

A propósito de comidas típicas y sabrosas, curiosas, raras y espectaculares, es recomendable saborear la lectura, como todos los domingos en estas mismas páginas, de la columna “Confieso que he comido”, de Pepe Iturriaga, de paladar universal.

Solo queríamos recordar algunos platillos de nuestro estado que enorgullecerían a cualquiera, como la cecina de Yecapixtla que escogieron para los cachitos de Lotería y cuyo reconocimiento a nivel nacional la hace figurar en un sorteo mayor.

Ojalá que un vecino de Yecapixtla se saque el premio gordo, propiamente dicho, porque la cocina tradicional no suele reparar en minucias como carbohidratos y grasas saturadas.

Por lo pronto, aprovechemos el domingo y, con las sugerencias de arriba, busquemos un buen lugar para degustar los platillos por los que los visitantes se suelen ir tan contentos de estas tierras. Pizzas, hamburguesas y hotdogs, no cuentan.

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