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Hugo Carbajal Aguilar

¿Qué es lo que queremos?

Queremos una revolución pacífica que el pueblo organice y dirija de acuerdo con sus intereses y necesidades. Queremos un movimiento-partido como herramienta de esta transformación. No un Partido que se instale en el poder todo amorcillado sirviendo de escalera a los sinvergüenzas arribistas.

Entendemos el poder como servicio, como entrega solidaria y recíproca de esfuerzos colectivos para forjar Comunidad. La labor política debe orientarse en favor de los más necesitados. Tiene que.

No creemos, por ello, en la repentina e inmediata conversión de individuos cuya experiencia vital se ha fincado en costumbres y hábitos priistas con su cauda de conductas fatuas, falsas y fingidas. Vgr. Nicaragua, con sus SS: Somocistas ayer, Sandinistas hoy… Criminales ayer, revolucionarios hoy.

El poder se ejerce, no se define. Y el poder que pretende el pueblo pobre no es el poder del puño, autoritario, excluyente, no participativo. Ese poder censura las opiniones contrarias. Castiga las respuestas. Desconfía de los ciudadanos. Infunde miedo. Sólo admite adhesión y servilismo.

Justo como el que ha manejado y utilizado la dirección nacional de MORENA con personajes que no han mostrado compromiso con el ejercicio democrático y han hecho caso omiso de las denuncias contra aquellos que han manipulado y chantajeado la voluntad de cientos de ciudadanos para obtener esa clase de poder.

Ellos son y serán los responsables históricos que no hanquerido asumir sus compromisos. La codicia los ha enceguecido, ha bloqueado sus metas y ha obnubilado sus corazones. ¿Por qué debemos seguir creyendo en la democracia representativa si la democracia representativa ha demostrado ser un engaño contra los trabajadores?

BOAVENTURA de Souza lo ha remarcado insistentemente«Si partidos como Morena quieren hacer alguna renovación, deben tener democracia participativa adentro. Porque si no, vamos a ser dominados por oligarcas, por gente que se promueve o por corruptos y se va a repetir toda la vieja historia». 

Esta democracia tiene que entenderse y comprenderse no como un momento electoral, sino como la Participación efectiva del pueblo en las decisiones económicas, políticas y culturales. De ahí la necesidad de que MORENA tenga quemantenerse como un movimiento-partido con el fin de garantizar la continuidad de la Cuarta Transformación después del sexenio actual.

¿Y qué proponemos? El poder participativo y solidario. Como ejemplifica Leonardo Boff, el poder de las manos que se entrelazan para asumir juntos su corresponsabilidad. Su proyecto y sus resultados son de todos. Potencia el poder de todos. Es el Poder Servicio, instrumento de las transformaciones necesarias.

Este Poder, acepta la Crítica externa… o interna, se somete a la rendición de cuentas y evalúa a quienes lo ejercen. Se depositan en él los ideales de Justicia, de Equidad y de integridad Ética. Esa es la razón para seguir ese viejo adagio que señalaba: Quien ambiciona excesivamente el poder, es el menos indicado para ejercerlo. El poder es una Relación, de ahí que sea sinónimo de Participación.

Hobbes, en el Leviatán, expresó: “Como tendencia general de todos los hombres, destaco un perpetuo e impaciente deseo de poder y más poder que solamente cesa con la muerte. Y esto no se debe al mayor placer que se espera sino al hecho de que el poder no puede garantizarse sino buscando aún más poder”.

Entendido así, el poder es rehén de un demonio insaciable. Es aquí justamente donde se habla de la decadencia humanay de la quiebra de la solidaridad básica entre todos. Todo lo cual se atasca de prepotencia y genera sangre y muerte.

Insistamos. El Poder Político que busca la revolución popular está orientado al servicio sí, sobre todo de los pobres, los más vulnerables. Entendamos ese concepto del Pobre no como aquel que despierta nuestra lástima o nuestra compasión. El Pobre, uno de nosotros, uno como nosotros, resultado de la explotación económica, política, cultural, lo cual causa un grave conflicto social. Por ello merece una profunda crítica este tipo de sociedad que vivimos, no únicamente neoliberal sino capitalista, de mercado, que causa, produce, genera pobres y explotados.

Y estos pobres, que somos nosotros pertenecientes a esta clase social definida por el despojo de que hemos sido víctimas históricas, portamos potencialidades no sólo para la Fuerza de Trabajo sino para Transformar radicalmente este sistema económico. Concientizados y organizados podemos construir una Democracia Participativa Económica, Política, Cultural, es decir… o sea… 

                … Liberadora.

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