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La semana pasada, La Jornada Morelos dio una amplia cobertura al cincuentenario del Palacio de Cortés como museo, lo señaló como el monumento histórico y cultural de carácter civil más importante en la entidad. El INAH a su vez organizó el 1 de febrero pasado una mesa redonda con ex directores del recinto y anunció un programa de actividades para conmemorar la efeméride. No pocas columnas incluyendo este espacio, también han destacado la historia e importancia de la casona construida por Cortés para ser sede de su marquesado y residencia de su familia.

Desafortunadamente en Morelos hemos perdido la capacidad de asombro ante los excesos de cualquier naturaleza, a las breves jornadas de jubiló por la conmemoración de cinco décadas del mencionado museo, añadimos la funesta noticia de la eminente consumación de un grave atentado al patrimonio cultural de México, a su memoria histórica y a la identidad y orgullo de los morelenses.

Resulta que diversos medios de comunicación locales han reproducido las declaraciones de Francisco Maya, líder o miembro de la Asociación de Artesanos y Plateros de Cuernavaca anunciando con bombo y platillo que la “plaza de los plateros” será remodelada por el gobierno del estado. Los miembros de esta Asociación son quienes de manera impune y anárquica invadieron la plaza sur del Palacio de Cortés en la década de los noventa con la complacencia del entonces presidente municipal Luis Flores Ruíz. A partir de entonces los comerciantes de plata, artesanía que no es ni explotada ni elaborada en Cuernavaca, tal como sucede por ejemplo en Taxco, han hecho de un espacio público y catalogado como monumento su centro de operaciones. Arrebatando así a cientos de miles de cuernavacenses y turistas una plaza, que han convertido en un referente a la anarquía urbana, como si nuestro centro histórico mereciera otro más. A todo lo anterior se suma, que han también copado la famosa estatua del “Morelotes” obra de Juan Fernando Olaguíbel y principal monumento en estas tierras al prócer que da su nombre a nuestra entidad federativa.

Desafortunadamente a lo largo de todo este tiempo, ninguna autoridad de ningún orden de gobierno ha hecho algo por reubicarlos, los plateros justifican sus acciones al margen de la ley, afirmando a que tienen el Derecho a ganarse el pan de manera honrada. En efecto tienen el Derecho a ganarse el pan, a llevarlo a sus casas, a lo que no tienen Derecho es a cometer el delito de despojo en agravio del patrimonio de la nación y de la sociedad morelense y mexicana.

Francisco Maya, triunfalista afirmó que ya están al 80% de la gestión para arrancar las obras y que van a rehabilitar la plancha y techado beneficiando a más de 200 locatarios!

Imagine Usted, van a reemplazar el suelo original por una plancha, además de poner un techo en una plaza que corresponde a un monumento escultórico y junto a un inmueble de la primera mitad del siglo XVI. Sin lugar a dudas, esto consumará el delito y habremos perdido nuestra plaza y monumento para siempre.

Lo más asombroso del caso, es que las obras serán auspiciadas por la Secretaria de Desarrollo Económico y del Trabajo (SDEyT), cuya titular Cecilia Rodríguez González, es un magnifico perfil, mujer de extraordinaria preparación, probablemente lo mejor del gabinete estatal. Por ende, resulta extraño que Cecilia avale un atentado de tal naturaleza.

La esperanza es que las autoridades estatales no privilegien a la política por encima del Derecho y que el bien de unos cuantos que han hecho del chantaje una justificación a sus actividades, prevalezca sobre el interés y el patrimonio de una ciudad y sus habitantes, al final del día queda la reflexión de que, por encima de la ley, no hay poder alguno, ni nada, ni nadie.

Foto: Roberto Abe Camil

*Escritor y cronista morelense.