Paloma Estrada Muñoz y José Martínez Cruz
Los derechos colectivos de los pueblos indígenas están bajo ataque por las políticas de discriminación que ha prevalecido durante cientos de años a pesar de los avances legales tanto en el marco normativo nacional como en el derecho internacional. Por ello, cada paso que dan los pueblos para hacer valer los derechos implica un gran esfuerzo de organización comunitaria para enfrentar a todo un sistema que pone obstáculos para cumplir con el respeto que se merecen.
En Morelos existe una diversidad de pueblos y comunidades indígenas que tienen una gran tradición cultural y organización social comunitaria, que ha aportado en la transformación de la realidad a través de la participación en los grandes movimientos sociales de independencia, reforma y revolución.
La composición indígena de más de 35 comunidades nahuas dispersas en 16 municipios y comunidades locales da una idea del peso que tiene este sector de la población. Un componente de identidad es la lengua indígena, pero no es el único, ya que las formas de organización comunitaria, la cultura y tradiciones, los sistemas consuetudinarios de impartición de justicia y resolución de conflictos también llamados usos y costumbres, son algunos elementos que deben ser considerados, así como el derecho de autoadscripción como indígena ya reconocido legalmente.
En términos de las lenguas indígenas, de acuerdo al censo del INEGI en Morelos hay 38,110 personas mayores de 3 años de edad que hablan alguna lengua indígena, siendo el náhuatl con 24,617, mixteco 7230, zapoteco 722 y tlapaneco 2467 los que tienen un mayor número. Actualmente son tres los municipios indígenas reconocidos legalmente: Coatetelco, con 11,347 habitantes, Xoxocotla con 27,85 y Hueyapan con 7855. Tanto Tetelcingo como Alpuyeca están dando la lucha porque el Congreso del Estado emita los dictámenes correspondientes para la creación de sus respectivos municipios indígenas, ya que han cumplido con todos los requisitos establecidos legalmente, en el primer caso llevando a cabo la consulta mandatada por la SCJN y en el segundo caso, obteniendo un amparo ante los juzgados federales para que el Congreso se vea obligado a cumplir con lo establecido en la Constitución del Estado de Morelos.
En estos días se han llevado a cabo una serie de reuniones convocadas por el IMPEPAC para informar sobre las acciones afirmativas para garantizar el derecho de representación político electoral de pueblos y comunidades a través de personas indígenas a diferentes cargos de representación política. Este ejercicio de participación para la elaboración de un protocolo para la realización de una consulta previa, libre e informada, a las comunidades indígenas de Morelos, ha sido cuestionado por el Consejo promotor de la Iniciativa legislativa para crear el municipio indígena de Alpuyeca, básicamente porque éste debería ser conocido, analizado y aprobado para su firma en las asambleas generales comunitarias que son las instancias máximas de toma de decisiones de los pueblos. Por ello es que se elaboró un escrito con 13 observaciones y propuestas para este proyecto de protocolo, dirigido al IMPEPAC, de tal manera que se garantice el derecho a la libre determinación y autonomía de los pueblos indígenas y no se incurra nuevamente en actos de simulación que impiden ejercer este derecho como ha sido recurrente a lo largo de la historia.
Entre las observaciones se incluyen precisamente incorporar el marco normativo de los Convenios y Tratados Internacionales firmados y ratificados por el Estado Mexicano, en favor de los derechos de las mujeres, contra la discriminación y los derechos de los pueblos indígenas, además de una serie de precisiones sobre principios, definiciones, procedimientos, alcances y mecanismos de aplicación de la consulta, indispensables para que haya participación y respeto a las decisiones que los pueblos tomen en sus asambleas y se den pasos reales hacia la autonomía y libre determinación indígena en Morelos.
