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El 30 de junio de 2024 fueron detenidos por autoridades del Instituto Nacional de Migración 63 personas migrantes: 18 de Guatemala, 23 de Ecuador, 6 de El Salvador, 2 de República Dominicana y cinco de Honduras fueron detenidos (Forbes Staff, 2024). Las personas en proceso de movilidad viajaban en la carretera que va de Chihuahua hacia Ciudad Juárez y Agentes Federales de Migración identificaron que las personas migrantes se encontraban de forma irregular en el país (Forbes Staff, 2024). Algunas notas refieren que viajaban amontonados en una caja de metal de un camión de carga sobre estructuras de madera (Redacción La Verdad, 2024). Los llamados “rescates” de migrantes son ejemplo de la detección, detención y deportación que ha implementado México y otro países frente a la interacción y “resolución” a corto plazo de la movilidad a gran escala de migrantes (Alonso Hernández, 2022). Aquí algunas notas.

Como breve contexto histórico se debe recordar que el Gobierno mexicano ha implementado diversas medidas de detección, detención, deportación, contención y selección migrante. Pero uno de los más significativos es la militarización de la política migratoria. Andrés Manuel López Obrador propuso con su Proyecto de Nación la creación de fuerzas militares para combatir la violencia que había dejado sexenios anteriores, la fuerza a convocar sería la Guardia Nacional (Ortega Ramírez y Morales Gámez, 2021, p. 165). Una de las relaciones que condicionan el actuar de México es su relación con Estados Unidos, su vecino del norte atrae migración de todo el mundo, pero también es una gran máquina de deportación.

Desde el 17 de junio de 2019 México y Estados Unidos acuerdan el despliegue de la Guardia Nacional para contener a la migración en las fronteras del norte y sur de México bajo el «modelo especial mexicano» basado en el Pacto de Marrakech: migración regular, segura y ordenada (Ortega Ramírez y Morales Gámez, 2021, p. 170). El Estado mexicano anunció que ante las presiones del entonces presidente Donald Trump México se comprometería a reducir el flujo de personas migratorias hacia Estados Unidos en un lapso de 45 días con el despliegue de la Guardia Nacional. Al final del plazo se reduciría un 36.2% con un incremento de las detenciones del Instituto Nacional de Migración bajo el concepto de «rescate» de personas migrantes, además, de que incrementaron las quejas de violación de derechos humanos por parte de la Guardia Nacional (Ortega Ramírez y Morales Gámez, 2021, pp. 169-171).

En un contexto estructural los Estados modernos producen un trato desigual pues los Estados seleccionan y diferencian a las personas de acuerdo con sus intereses nacionales, de esta forma algunas personas gozan del ingreso, residencia y trabajo a ciertos Estados por cuestiones que se basan en la nacionalidad, la etnicidad o la raza (Castles, 2010, p. 54).

El Estado mexicano a través de mecanismos de detección, detención y deportación se ven alineados a la máquina de deportación Estadounidense. La intención de la militarización la frontera entre Estados Unidos no es la de reducir la probabilidad de atravesarla de manera irregular, pues a pesar de las medidas militarizadas la gente la sigue cruzando (Sassen, 2007, p. 39), la intención es la de seleccionar perfiles deseados para el cruce fronterizo.

El sistema de detección, detención, deportación, selección y contención migratorio fundamenta su hacer en la retórica de “rescatar” personas migrantes. El Estado mexicano vende y coloca a disposición su política migratoria para ganar un margen de negociación frente a Estados Unidos observando al migrante como moneda de cambio. El Estado mexicano reacciona con una asertividad negativa a veces sin acertar en sus propios intereses y cediendo su política migratoria sin nada a cambio.

*Momoxca, internacionalista, escritor y migrantólogo.