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La cal de piedra

 

“Los bultos de cemento. El confitillo. El agua. La arena. Las varillas apuntadas al cielo, emergiendo del concreto; el rítmico acomodo de los tabiques al compás de un corrido.”

Así describía el gran Vicente Leñero la cotidianidad de la construcción en su novela “Los Albañiles”, escrita hace sesenta años y que no ha perdido actualidad. La cotidianidad de la construcción se revela en la novela de Leñero como una imagen vívida y familiar para muchos, sin que ello pretenda ocultar las realidades sociales que enfrentan los albañiles en México. A pesar de ser uno de los trabajos más demandantes por el esfuerzo físico que requiere, sus salarios son relativamente bajos y a menudo carecen de protección laboral y seguridad social. Además, el estigma social asociado con esta profesión dificulta el reconocimiento de su importancia en la construcción de nuestras ciudades y comunidades.

Las construcciones no solo dan forma a nuestro mundo físico, sino que también tienen un impacto profundo en la vida de quienes las habitan. Los trabajadores de la construcción son los artífices detrás de cada edificio, puente o carretera que define nuestra realidad urbana. Su labor no solo implica levantar estructuras, sino también transformar comunidades y mejorar la calidad de vida de las personas, de modo que este sector es un motor de cambio que modela el futuro y crea entornos significativos para las comunidades que los habitan.

A este respecto destacan los datos de Data México (https://l1nq.com/3i2hL), correspondientes al cuarto trimestre de 2023, los cuales revelan que la fuerza laboral de la construcción esta compuesta por 1.66 millones de trabajadores, con un salario promedio de $8.12K MX trabajando 44.3 horas por semana. Dicha industria es mayoritariamente masculina (99.6%) pero con una minoría femenina (0.38%) que percibe un salario equivalente dentro del sector formal. Además, es relevante que los sectores mejor pagados se encuentren en zonas de interés turístico como Baja California Sur, Nayarit y Quintana Roo, en tanto que esta actividad se concentra en el Estado de México, Jalisco y Guanajuato.

Sin embargo, uno de los aspectos más preocupantes es que la mayoría de los trabajadores de la construcción se ubican en el sector informal (90.9%), rebasando por treinta puntos porcentuales el promedio de informalidad en el país (54.8%). Un último aspecto es que la escolaridad promedio es de 7.32 años, equivalente al primer año de secundaria, lo cual contribuye a la falta de perspectivas de superación laboral o de realización de trabajos más especializados que sean económicamente más atractivos. Todo esto ponen en la mesa la falta de capacitación, acceso a tecnologías y a los procesos constructivos mecanizados necesarios para que estos trabajadores no sean desplazados del mercado laboral.

Aunque los datos muestran ciertos avances, como el aumento del salario promedio y la distribución geográfica de la industria, la abrumadora presencia de la informalidad y la falta de acceso a la capacitación siguen siendo desafíos importantes. Es por ello por lo que esta fecha debe ser un recordatorio para las distintas escalas de gobierno sobre la necesidad de tomar las medidas necesarias para proteger, formalizar y proteger el trabajo de los albañiles en México, adecuando las políticas laborales para formalizar el empleo de la construcción y permita el acceso a la seguridad social, a la capacitación y a la educación continua. En el mismo sentido de urgencia que tiene el trabajo doméstico de ser reconocido e incluido dentro de los beneficios de la seguridad social, así los trabajadores de la construcción deben ser considerados para recibir estos beneficios laborales.

Es esencial que tanto el gobierno como la sociedad, reconozcamos y valoremos el trabajo de los albañiles, implementando políticas laborales más inclusivas y proporcionando oportunidades de desarrollo y protección para aquellos que construyen el país con sus manos. Este día, más que una celebración, debería ser un llamado a la acción para garantizar un futuro más justo y digno para todos los trabajadores de la construcción en México.

Película Los Albañiles de Jorge Fons, 1976 / Cortesía del autor