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Emisiones de la producción de plástico

Antonio Sarmiento Galán

Las emisiones de la producción de plástico podrían triplicarse hasta llegar a una quinta parte del presupuesto de carbono restante de la Tierra; tal contaminación podría socavar los esfuerzos mundiales para controlar la crisis climática a mediados de siglo; tal es la conclusión de un reporte del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley [1] publicado en abril de 2024.

El plástico se obtiene a partir de combustibles fósiles y su producción genera una gran cantidad de gases de efecto invernadero. Primero se debe minar o extraer carbón, petróleo o gas, y luego esos materiales deben refinarse y procesarse, procedimiento que genera muchas emisiones; más aún cuando en algunos casos, también se deben producir otros compuestos químicos como el formaldehído.

Luego, los petroquímicos se descomponen en bloques de plástico como el etileno, el aspecto de la producción de plástico con el mayor costo de emisiones adicionales que provienen del proceso de combinar componentes básicos para formar moléculas más grandes (polimerización) y luego darles forma en productos.

Para estimar las emisiones totales asociadas, se examinó el impacto de los gases de efecto invernadero de nueve de los tipos de plástico más comunes, utilizados para crear envases de plástico, botellas de agua, envases de bebidas calientes y otros materiales. En 2019, la producción de plástico generó 2.24 gigatoneladas (GT) de gases que calientan al planeta [2], cantidad equivalente a 600 centrales eléctricas de carbón. El reporte indica que ese año, tal producción representó el 5% de todas las emisiones globales de carbono, el 12% de la demanda mundial de petróleo y el 8.5% de la demanda de gas.

También indica que esas cifras aumentarán drásticamente porque la industria del plástico está en una trayectoria de crecimiento exponencial bajo la que su producción se duplicará o incluso triplicará para 2050 [3]. Si la producción aumenta un 4% cada año, duplicándose cada cuarto de siglo, las emisiones que calientan el planeta podrían alcanzar 6.78 GT para 2050, equivalente a las emisiones de más de 1,700 plantas de carbón [4].

Descarbonizar completamente la red eléctrica –punto clave de los planes climáticos globales– podría limitar este impacto climático, pero aún dejaría al mundo en un camino peligroso ya que hasta el 70% del combustible fósil utilizado en la creación de plástico proviene de las materias primas utilizadas en la producción, no de la electricidad utilizada en el proceso. Es decir, incluso si se logra una electricidad totalmente libre de carbono para 2050, la producción de plástico con un crecimiento anual del 4%, produciría 5.13 GT de contaminación en 2050.

Prevenir el crecimiento explosivo podría reducir tal impacto; pero incluso si la producción se mantiene estable, para 2050 representará entre el 15 y el 19% del presupuesto global de carbono restante [5] para mantener la temperatura promedio global en 1.5 °C. Incluso con una red completamente descarbonizada, ese porcentaje aún podría llegar al 16%.

El reporte se publicó antes de la cuarta reunión del Comité Intergubernamental de Negociación (INC4) para un tratado global sobre plásticos que se realizará en Ottawa, Canadá a fin de mes.

Para Neil Tangri, del grupo de justicia ambiental Alianza Global para Alternativas a los Incineradores, el reporte deja claro que la producción de plástico es una bola de demolición para nuestro clima y proporciona la evidencia científica más sólida hasta la fecha sobre la necesidad de detener y revertir la expansión de la producción de plástico.

En el análisis se indica que la producción de plástico podría consumir todo el presupuesto mundial de carbono antes de fin de siglo y que frenarla podría generar enormes beneficios climáticos: si este tratado obliga a las empresas a reducir la producción de plástico en al menos un 12% anual, se puede mantener vivo el objetivo mundial de 1.5 ºC y frenar sus impactos climáticos.

Frenar tal producción podría tener otros efectos positivos en la salud pública: los petroquímicos, componentes básicos del plástico, ya han estado envenenando a las comunidades vecinas a las instalaciones de producción con una contaminación cancerígena; las consecuencias de las emisiones ilimitadas de carbono de esta industria nos ayudarán a todos.

Además, el plástico también genera emisiones tóxicas que calientan al planeta si al final de su vida útil se quema en un incinerador o se envía a un vertedero.

A pesar de este enorme costo climático, las propuestas actuales para reducir la contaminación plástica en virtud del tratado, que se considera como el acuerdo ambiental más importante desde el Acuerdo de París en 2015 [6], aún no incluyen consideración explícita alguna sobre los impactos climáticos.

[1] https://eta-publications.lbl.gov/sites/default/files/climate_and_plastic_report_final.pdf

[2] Una gigatonelada es 109 toneladas

[3] https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2211339822000910?via%3Dihub

[4] https://www.epa.gov/energy/greenhouse-gases-equivalencies-calculator-calculations-and-references

[5]https://www.theguardian.com/environment/2023/oct/30/climate-crisis-carbon-emissions-budget#:~:text=The%20analysis%20found%20the%20carbon,year%20of%20about%2040bn%20tonnes

[6] https://www.theguardian.com/environment/2022/feb/25/plastic-summit-could-be-most-important-green-deal-since-paris-accords-says-un