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La persecución de los ambientalistas: el caso de España

Luis Tamayo Pérez

La defensa del ambiente nunca ha sido una tarea sencilla. La persecución de aquellos que están dispuestos a cuestionar el orden establecido, a impedir que el gran capital destruya nuestros bosques, selvas y manglares, históricamente, genera muerte en los países pobres y persecución y acallamiento en las naciones ricas.

La lista de los ambientalistas muertos es muy larga y Colombia, Brasil y México, desde hace años, encabezan la lista de los asesinados a escala mundial. Nunca olvidaremos a Chico Mendes y demás protectores de la Amazonia asesinados. Tampoco, aquí en Morelos, a los recientemente asesinados: Samir Flores, Rodrigo Morales y Paul Vizcarra.

Mientras tanto, en la democrática Europa, los ambientalistas podían gozar de mucho mayor respeto y ello generó logros impresionantes: desde cerrar las plantas de energía nuclear en Alemania [1] o la explotación petrolera en el Ártico [2], hasta el fomento de la energía eólica, solar y mareomotriz en la mayoría de las naciones europeas.

Desgraciadamente, dado que el fenómeno del Calentamiento Global Antropogénico (CGA) ha incrementado su velocidad, muchas organizaciones tanto ambientalistas como científicas no dejan de manifestar, en todos los foros, la emergencia climática en la que nos encontramos.

Recordemos que el 4 de abril del 2022, el Grupo III del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) emitió un informe alertando que se estaba cerrando la ventana de oportunidad para que la humanidad pudiese evitar los peores efectos del CGA, que debíamos actuar ya pues era menester reducir a la mitad las emisiones de Gases de Efecto Invernadero en el 2030 [3].

En consecuencia, en los días siguientes se realizaron movilizaciones por parte de científicos y ambientalistas en las principales capitales del mundo. En Madrid, el 6 de abril del 2022, durante la manifestación de la sección española de la Scientist Rebellion, los convocados, en un acto simbólico para señalar la responsabilidad de los diputados, arrojaron “sangre” (en realidad, jugo de betabel con cacao) en la fachada de la Plaza de las Cortes, la sede del Congreso Español. Tal jugo fue limpiado con facilidad al día siguiente y el inmueble no sufrió deterioro alguno, sin embargo, la Fiscalía General del Estado condenó a quince científicos –entre los que se encuentran los Jorge Riechmann, Martha García Pallares y Fernando Prieto, por sólo mencionar a los más reconocidos internacionalmente— no sólo a una multa “por responsabilidad civil” sino, además, a una condena de un año y nueve meses de prisión. Pudo hacerlo de esa manera pues la fiscalía española incluyó a las acciones realizadas bajo el título de “terrorismo” y “ecologismo radical”.

Al respecto vale la pena recordar las palabras del Dr. Riechmann:

“Llama mucho la atención que los científicos seamos los únicos acusados en un juicio por el cambio climático” […] “Se quiere acusar al mensajero de una mala noticia en vez de tomar las decisiones necesarias para paliar esta emergencia climática”.

No podemos estar más de acuerdo: se está castigando al mensajero y, de esa manera los tomadores de decisiones pretenden evadir su responsabilidad ante la crisis socioambiental venidera.

Mientras tanto, las catástrofes derivadas del Calentamiento Global Antropogénico incrementan su frecuencia e intensidad por toda la tierra, como lo muestran los exacerbados incendios forestales ocurridos este año en Canadá o el huracán Otis en Acapulco y el ciclón Daniel en Libia.

Nos toca a todos tomar cartas en el asunto y, en este caso, solicitar al gobierno español que anule las condenas referidas. Es evidente que los científicos solamente cumplían con su responsabilidad de alertarnos respecto a la grave crisis que se avecina.

[1] https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-65291413

[2]https://www.elconfidencial.com/mundo/europa/2020-11-10/jovenes-noruega-demanda-exportar-petroleo-gas_2826072/

[3] https://www.ipcc.ch/report/ar6/wg3/downloads/press/IPCC_AR6_WGIII_PressRelease-Spanish.pdf

Un grupo de personas caminando en la calle

Descripción generada automáticamente

Palacio de las Cortes en Madrid. 6 de abril de 2022. Foto: Internet.