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Comenzaron las precampañas presidenciales después de que todo mundo violó la ley. Saltándose los tiempos legales establecidos terminaron las pre-precampañas y ahora sí dará inicio “la precampaña.” Será una precampaña sui generis con candidatos únicos. El calendario electoral se tuvo que modificar, también violando la legislación, porque los tiempos políticos se adelantaron, o mejor dicho, los adelanto el Presidente Lopez Obrador. Pero sobre todo será sui generis porque no será una primaria como el espíritu de la ley lo establece, no habrá competencia interna, esa ya fue, entonces en estricto sentido no será una precampaña sino la primera etapa de la campaña presidencial. Las precandidatas y el precandidato ya son candidatos.

El que no haya precampaña sino campaña es un nuevo fraude a la ley. La precampaña está diseñada en la legislación mexicana como si fuera una elección primaria, una elección interna para que los partidos puedan elegir a sus candidatos después de una consulta entre su militancia. El sistema nunca ha funcionado en México pero sin duda, por lo menos legalmente, pone las bases para un sistema democrático que nunca se ha llevado a la práctica. La supresión del voto de los militantes partidistas afecta sino duda porque sus candidatos no son surgidos de sus propias bases. En ese momento deberíamos de estar pero no lo estamos porque las Coaliciones importantes decidieron que no habría primarias sino encuestas abiertas. Es decir, ni la Coalición encabezada por MORENA ni la del FAM (PAN-PRI-PRD) eligieron a sus candidatos convocando a su militancia sino a través de encuestas a población abierta. El método que ideó AMLO para quitarse compromisos hace 6 años más que para buscar competitividad, es hoy el método usado por todos ante el regocijo de los encuestadores. No habrá en estas precampañas una jornada electoral real, los candidatos ya fueron electos por encuesta. En conclusión, habrá un nuevo fraude a la ley con el peligro de que al no salvaguardar la integridad del sistema electoral se pone en riesgo la incipiente democracia mexicana.

La precandidata única de MORENA y sus aliados, Claudia Sheinbaum, empieza su campaña con la sombra del Caudillo a cuestas. Con grupos de interés asediándola y con un conocimiento limitado de las clases políticas locales, que ante el gran reto del Plan C -ganar la mayoría calificada en ambas Cámaras- ha tenido la necesidad de abrirse con grupos políticos que, estoy seguro, en otras condiciones no hubiera aceptado. El PRI pasándose a MORENA a través del VERDE, está configurando una nueva clase política: el PRI-MOR. Ante el beneplácito de Palacio Nacional, Mario Delgado sigue haciendo crecer al VERDE que, ni en los tiempos de su hermandad con el PAN y sobre todo siendo satélite del PRI, se imaginaron tantos cargos para ellos. La “precampaña” empieza al estilo obradorista mitines, contacto personal, y muchos, muchos kilómetros a cuestas. Pocos -solo a los que nos interesa-, nos dimos cuenta del gran discurso de la Doctora Sheinbaum al registrarse como precandidata el pasado domingo. Un verdadero plan de gobierno, no se alejó del discurso de la 4T pero sí propuso políticas públicas que no conoció esta administración, y que prometen consolidar un verdadero régimen de gobierno no solo un discurso político. Estoy seguro de que ella lo escribió.

Xóchitl Gálvez, inicia esta etapa de su campaña con la lápida de los partidos que conforman su coalición. El PAN, que será el principal beneficiario en votos, tuvo que aguantar las presiones del líder del PRI, quien sacó buena tajada de las posiciones legislativas que no corresponden a su fuerza electoral actual. El PRD, al que nadie puede regatearles tener un líder con gran experiencia, tuvo que hacer gala de paciencia ante el agandalle que los deja al borde de perder el registro. Xóchitl ya en campaña, no se ve cómo va a poder tomar impulso en estos momentos, también pronunció un discurso de estadista, bien escrito y bien dicho, pero lo cierto es que no tuvo eco en la opinión pública. También, al igual que Claudia, empieza su campaña de manera tradicional, tendrá que buscar nuevos segmentos electorales porque incluso puede perder a los que parecía tener conquistados.

Samuel Garcia será la gran sorpresa. La estrategia de Dante bien definida pero sobretodo bien defendida, le dará a MC un crecimiento muy importante que debe reflejarse en las urnas. Samuel sabe hacer campaña y Dante sabe de política, y mucho. Está definido el segmento de Samuel y Mariana -porque todo mundo sabemos que el candidato de MC tiene en su esposa a uno de sus principales pilares-, el segmento son los jovenes. MC tiene futuro y mucho, sobretodo si sabe conquistar el voto regional, Samuel es el único candidato norteño en esta contienda. Y todavía tiene tiempo para después ir por el voto Anti-AMLO. En lo personal no estoy de acuerdo con quien sostiene que ya hay definiciones de la mayoría del electorado, de lo que hay certeza es quién votará y quién no votará por MORENA. Pero el voto opositor dará sorpresas y se partirá, como es el deseo de AMLO, sin embargo depende de MC y de sus aliados ya en campaña llevarse la mayor tajada. Si Samuel conquista el voto joven, el voto norteño y se lleva una buena tajada del voto anti-AMLO, dará la pelea. Al tiempo.

El segmento de votación cristiana, aquí debo hablar más de los cristianos evangélicos. también está divido. La lógica es que es mayoritariamente MORENISTA, aunque a muchos les duela reconocerlo, también puede cambiar. Al parecer Xóchitl no les está llenando el ojo, y a Samuel no lo conocen, solo en Nuevo León. Pero no descartemos sorpresas, millones de ciudadanos están esperando un candidato que hable de valores, que se le vea congruencia y que proponga además de un estado de bienestar social, un país reconciliado donde impere la paz y la justicia. Todavía habemos millones que esperamos oír a las precandidatas y al precandidato y ver la congruencia de sus aparatos políticos. De entrada a muchos de nosotros nos gusta el tema del derecho a la alegría, porque al final estamos en la tierra para buscar la felicidad, la de los nuestros y la del prójimo.

Si las precampañas están diseñadas legalmente para elegir candidatos internos, no será en esta ocasión. Lo que debería de ser una elección partidista donde sea vea la voluntad de los militantes de un partido para después confrontar proyectos con los candidatos de otros partidos no la viviremos, tendremos que esperar otros seis años. No se consolidará nuestra democracia hasta que no se respeten las reglas establecidas en nuestro sistema electoral. Mejor cámbienlas sino las van a respetar. Por eso, insisto, que estas precampañas empiezan en el borde de la ilegalidad.