*Miguel A. Izquierdo Sánchez
Año con año, en estas semanas, suele convocarse al ingreso del alumnado a esas instituciones, tanto públicas como particulares, con amplia variedad de costos, calidades, compromisos y prestigio logrado con los años. Es tiempo también en que madres y padres, como sus hijos, valoran a qué instituciones solicitar ingreso, basados en variados criterios, como los anteriores, más otros como la cercanía/lejanía respecto de sus domicilios. Aquí haré algunas sugerencias para que todos ellos, eviten en lo posible ciertos riesgos que se les pudieran presentar, en especial ante instituciones privadas que “dicen” tener reconocimiento de estudios por parte de la SEP o de otra institución educativa, y no lo tienen, cometiendo fraude con ellos.
En primer término, sugiero a interesados en ingresar a esas instituciones, revisar si la institución a la que pretenden entrar, está registrada en la SEP o en alguna otra institución autorizada, esto es, revisar si tienen el RVOE, el registro de validez oficial de estudios, correspondiente a: a) el programa de estudios; b) la institución correspondiente que los ofrece; c) en la dirección específica donde pretenden estudiar y d) que sea evidente en el exterior del edificio, el número de registro o RVOE que presume tener. Con tal registro, sugiero consultar en la SEP, si existe oficialmente y pertenece a ese programa, de esa institución y en ese domicilio. Tal consulta se puede hacer en la página de la SEP respectiva (para media superior, en: https://sirvoems.sep.gob.mx/sirvoems/RedirectCustomCNT;jsessionid=d2c7b4ad0a64ca7f0af63612ab31?method=index); para educación superior, consultar en: http://rvoes.morelos.gob.mx/vistasUsuarios/superior/superior.php). Si alguna de esas condiciones no se cumple, vale sospechar que no deben hacer ningún depósito a la institución, en tanto no demuestre fehacientemente, que cuenta con el registro respectivo, y eso también se puede corroborar directamente en las oficinas de la SEP Morelos, de educación media superior y superior.
Se preguntarán si es común o no encontrar tales instituciones fraudulentas, y debo decir que no es poco común en el país, y que algunas deambulan por el país buscando incautos en ciudades pequeñas y medianas, también en capitales, dado el desconocimiento por un amplio sector de la población, de las normas operantes en esos niveles educativos. Aún más: suelen decir o anunciar que tienen “el registro en trámite”, pero eso de ninguna manera les autoriza para dar servicios educativos y por supuesto, tampoco para recibir pagos o adelantos de pagos. Tal anuncio ya es en sí indicativo de fraude.
Con la proliferación de estudios “en línea”, las instituciones fraudulentas han encontrado un nuevo “mercado”, anunciando programas de fin de semana, con pocas sesiones, para otorgar estudios desde media superior hasta el doctorado en unas cuantas sesiones, lo que suele “hacer atractivos” tales estudios. Pero nuevamente, la regla de oro para saber si son o no fraudulentas, es la indicada en párrafos anteriores. Me atrevo a escribir que entre más “fáciles presenten los estudios ofrecidos”, es más sospechosa la empresa detrás, pues la propaganda engañosa va especialmente destinada a quienes se han hecho ilusiones, a tal grado, que no reparan en los requisitos que hemos apuntado antes, indispensables para ir conociendo a una institución.
Además, sugiero que, si localizan a una empresa fraudulenta, la denuncien, informando a la SEP estatal, a cargo de sancionar a la misma, además de otras instituciones de gobierno. Harán un bien a otras candidatas y candidatos, que ignoran estos importantes requisitos que cumplen las instituciones serias.
Por último, recomiendo a interesadas/os, visitar las instalaciones de la institución, y verificar si ofrecen lo que anuncian o dejan qué desear, considerando condiciones de seguridad, limpieza, servicios bibliotecarios e informáticos, como una sólida planta docente, por lo menos.
*Académico en la Universidad Pedagógica de Morelos
