Karime Díaz
El 11 de febrero se conmemoró el día internacional de las mujeres y niñas en la ciencia. En la UAEM el día luenes13 se realizó la primer Jornada de las Mujeres y Niñas en la Ciencia y estuvo llena de actividades inspiradoras.
Se contó con la participación de más de 50 expositoras en la feria de ciencias que compartieron sus conocimientos con más de 300 personas que asistieron entusiasmadas para escucharlas. La ponencia magistral estuvo a cargo de la Dra. Katerina Lira quien compartió inspiradoras historias sobre la ciencia y las mujeres. También hubo una reflexión en la que participaron la Dra. Ayari Fuentes delCCG UNAM, la Dra. Beatriz Alcubierre del CIIHu UAEM, Dra. Blanca Itzelt Taboada del IBT UNAM, la Dra. Viridiana León de la FCQeI UAEM. Las investigadoras compartieron transparentes reflexiones sobre su andar en las ciencias y los retos a las que ellas y otras mujeres se enfrentan, pero principalmente, la violencia que sigue perpetuando los estereotipos de género sobre qué y cómo deberíamos comportarnos las mujeres. Finalmente, este evento cerró con un Ciencia Slam, en el que estudiantes e investigadoras compartieron poesía científica sobre mujeres, incluso, hubo una pequeña slammer de 8 años quien tomó el micrófono para hablar de la importancia de la ciencia y de la representación de las mujeres en la misma.
Algunas estudiantes del público se animaron a tomar el micrófono y nombrar a sus compañeras como las grandes científicas del futuro que serán. Ahí, la talentosa Mónica Venosa, investigadora del INSP, habló de ellas, de las científicas que hoy construyen la ciencia en este país y con quienes compartimos las aulas y los laboratorios. Ellas, nuestras maestras, amigas, hermanas y madres que caminan en los pasillos universitarios y que contribuyen al conocimiento con su mirada única. Mónica me puso a pensar en las mujeres que me rodean, en las mujeres que me inspiran. En ellas, en las que están ahí y que son la ciencia.
Pensé en Inci Bello y en su valentía de renunciar a la hostilidad para empezar de nuevo con pasos firmes. Pensé en Yolotl Moreno que tuvo que defender su idea frente a los que no creían en ella. Pensé en Pilar Núñez, la primera de mis amigas que logró un doctorado y que se dedica a lo que ama. Pensé en Alicia Quevedo, que, con discapacidad, tenía que bajar varias escaleras hasta llegar a su laboratorio para lograr fotografiar el cerebro de una hormiga. Pensé en Maribel Marín quien ha dedicado su vida a rescatar animales silvestres incluso sin recursosy arriesgando su vida. Pensé en Daniela Torres quien, a pesar de los numerosos retos personales, logró su título universitario. Pensé en Dulce Arias y su paso firme como una de las primeras profesoras investigadoras de la UAEM. Pensé en todas las que desconfían de su inteligencia, porque “las mujeres no son de las ciencias”. Pensé en las que desafiaron su historia y fueron las primeras en su familia en concluir la universidad. Pensé en las que han llegado lejos. Pensé también en las estudiantes y en todo lo que callan por temor, en todo lo que viven con los sentimientos a tope, pero en todos los sueños a los que se aferran, porque yo fui una de ellas, sigo siendo una de ellas.
Las mujeres no hacemos ciencia, SOMOS la esencia de la misma y estoy segura de que cada una de nosotras, desde nuestra trinchera, contribuye a construir un país más justo y equitativo para todas las personas.
