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“En política lo que parece, es”, nos dejó dicho Don Jesús Silva Herzog.

Uno de los más recurridos artilugios que se usan en la política, especialmente en Mexico, es el golpe al enemigo político, no de manera directa o frontal, sino a través de un tercero que se presta a esta desaseada maniobra, mientras que el que lo ordena o sugiere lo mira convenientemente embozado desde su madriguera.

Esto lo estamos viendo por las maniobras que se enderezan dirigidas a Juan Salgado Brito, maniobras que buscan minar su permanencia en el grupo que ha escogido Margarita González Saravia para gobernar la entidad

Salgado Brito estorba las ambiciones y el ansia de manipulación de un exgobernador que, desde su palacete mueve los hilos de esta maniobra, ya que ve que sus alfiles están siendo desplazados y colocados lejos de la toma de las decisiones más importantes del nuevo gobierno.

Ayer vemos que alguien escribió, aquí, en La Jornada Morelos en texto colocando a Juan Salgado Brito como secretario general de gobierno en el gabinete de Margarita González Sarabia, cuando esta aún no ha dado a conocer su gabinete y, es más, ni siquiera ha dicho cuando lo hará. ¿Cuál sería el propósito de “sacar al balcón” como solemos decir en nuestra jerga, los que a escribir de política nos dedicamos? bueno, la respuesta es fácil, balconearlo precisamente, mencionándolo en un puesto para el que no ha sido nombrado aún, pero como si ya lo hubiera sido, para soltar jauría y atacándolo, quemarlo, tratar de degradarlo, para que la futura gobernadora le niegue la oportunidad de colaborar con ella.

Pongo al inicio de estos párrafos algo que dijo uno de los politólogos mas brillantes que ha dado Mexico, que en alguna ocasión expresó “en política lo que parece, es”, pues a mi me parece que a Juan Salgado Brito se le dio un golpe, que trató de parecer un acto lisonjero, es decir lo pareció, pero lo que realmente pretendió, lo que es, fue empezar a soltarle jauría, para alejarlo, repito una vez más, de Margarita González Saravia.