Las mujeres que nos dieron Matria
Matria: se refiere a una sociedad, cultura o sistema social en el que el poder, la autoridad y la toma de decisiones se centran en las mujeres. Implica un cambio en la dinámica de género, donde las mujeres ocupan roles de liderazgo y control en la sociedad. En realidad, es un acto de afirmación feminista.
Casi de manera sistémica y colectiva se nos olvida mencionar a las mujeres, cuando sin nosotras, las diferentes luchas por el desarrollo de nuestro país no hubieran sido posibles. Las mujeres hacemos historia en el presente, no solo hemos construido el pasado. Las mujeres hemos resistido desde hace mucho tiempo en la independencia, no solo resistieron, sino que lucharon y murieron por la construcción México.
¿Por qué las hemos olvidado? Aunque recientemente es más común mencionarlas, quisiera recordar que la historia ha sido contada por hombres y que por lo mismo tiene un sesgo que invisibilizó el papel de las mujeres. Tan solo mencionar a las compañeras que fueron proveedoras de cuidados, alimento, compañía y aliento en la lucha. Sin embargo, es interesante pensarnos en su piel. ¿Sus motivaciones en realidad era nacionalistas? O eran sobrevivencia pura, porque en aquella época era casi impensable que se escuchara nuestra voz si no teníamos ciertos privilegios. Pensemos en las mujeres que resistieron la invasión de sus pueblos, que a pesar del dolor cuidaron de los enfermos, las infancias y las personas mayores.
Aunque hay muchas incluso cuyos nombres no conocemos, hay otras que son recordadas con mayor frecuencia como Josefa Ortiz de Domínguez. Conocida como «La Corregidora», Leona Vicario o Gertrudis Bocanegra.
Pero hay otros nombres que no resuenan tanto. La historia de Altagracia Mercado me parece la de la una verdadera heroína que con toda valentía destacó por su apoyo y participación en la lucha por la independencia de México. No solamente brindó apoyo logístico y refugio a los líderes y combatientes insurgentes en su hogar en Hidalgo. Al igual que otras mujeres de la época, participó activamente en la difusión de las ideas independentistas. Propagó literatura y discursos independentistas, contribuyendo a crear un ambiente favorable a la causa. Durante la lucha, brindó atención médica y cuidados a los insurgentes heridos, contribuyendo a aliviar el sufrimiento de quienes luchaban por la independencia.
Altagracia, además, utilizó sus propios recursos para formar su ejército y liderarlo. Entrenó y comandó a su tropa con determinación, enfrentando y derrotando a las fuerzas militares españolas. Se convirtió en la estratega regional del movimiento independentista.
En 1819, durante uno de los enfrentamientos, su batallón fue derrotado, dejándola como la única superviviente en pie. Altagracia continuó luchando con un coraje y valentía excepcionales. Su acto de resistencia conmovió al militar español vencedor, quien, asombrado y admirado por la tenacidad y el patriotismo de su oponente, ordenó a sus soldados que cesaran el combate, argumentando que «las mujeres como ella no deben morir». En esa época, la costumbre de los españoles en la guerra era no tomar prisioneros, sino fusilar a los enemigos. Pero por este acto, Altagracia Mercado fue liberada.
Aunque Altagracia Mercado no es una figura tan conocida como algunos de los líderes militares prominentes de la independencia, su apoyo logístico, propagación de ideas y ayuda humanitaria fueron esenciales para el movimiento independentista en la región de Hidalgo y más allá.
La presencia de las mujeres en la independencia y en todos los aspectos de la vida en México ha comenzado a ser ampliamente reconocida en nuestra historia. Ya sea en la guerra, el comercio, la literatura, las oficinas o en cualquier ámbito, la contribución de las mujeres ha sido fundamental. La construcción y fortalecimiento de nuestra nación no puede ni debe excluir a nadie. Por estas y muchas más razones, nombres como el de Altagracia Mercado nunca deben caer en el olvido.
**Comunicadora Independiente de Ciencia y miembro de la Red Mexicana de Periodistas de Ciencia.
