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Hugo Carbajal Aguilar

 

Así que tenemos que saldar esta deuda comprometiéndonos políticamente con una lucha abierta. No importan nuestros años y achaques sólo las convicciones y la militancia. Porque: “No hay que depender de los partidos del sistema: los trabajadores pueden organizarse democrática e independientemente si los grupos anticapitalistas les ayudan creando Bibliotecas populares, Casas del Pueblo, Cooperativas, círculos de instrucción y discusión gratuitos”. Guillermo Almeyra.

MORENA, por ejemplo, que se asume como el depositario de la izquierda en México, no está hecho para ser una palanca de transformaciones sociales ni una herramienta para la lucha: es un instrumento meramente electoral que cree que el mundo se cambia poniendo más papeletas que otros en las urnas e imagina que las instituciones que disputará -y no en las sedes del capital financiero internacional- se deciden las leyes y las políticas. Piensa, además, que la ocupación de puestos de gobierno equivale a conquistas de posiciones de poder.

No ofrece una batalla ideológica, solo responde denuestos y así, no puede ganar las conciencias. Está atento a las movilizaciones electorales, no a la lucha social. Nos gustaría que promoviera una profunda reflexión sobre la crisis terrible del capitalismo con la posibilidad de guerras devastadoras y hambrunas, así como la respuesta de los trabajadores a esa crisis. O, atender con argumentación profunda y válida, el desastre ecológico y la urgencia de preparar un cambio en las tecnologías energéticas…

 

¿Y la problemática de nuestra América Latina? PERÚ, agredido por la Derecha criminal; BOLIVIA, defendiéndose de los empresarios racistas y clasistas de Santa Cruz de la Sierra; NICARAGUA y su traidor gobierno; ECUADOR, con un presidente banquerosordo a los clamores populares; COLOMBIA, BRASIL, CHILE y ARGENTINA en permanente defensa. MEXICO, soportando las mentiras y las injurias de los de ayer cuyos Medios Masivos les sirven de voceros.

 

Preguntémonos, ¿Cómo combatir los efectos en México de un sistema capitalista que es mundial con una visión que ni siquiera llega a ser regional y que, para colmo, cree natural e inalterable este régimen que nos arrastra cada vez a abismos peores?Lamentablemente, en MORENA, nada de lo que sucede en el mundo está presente en sus Congresos ni en sus programas, ni en la acción y preocupación de sus dirigentes. Podríamos discutir, Política, Programa, Objetivos, Métodos de Lucha, Alianzas Sociales, Perspectivas Mundiales y, sobre todo, la construcción de un partido de los trabajadores que México necesita.

 

Aquí un ejemplo de muchos, utilizado por analistas comprometidos: “No podemos olvidar lo ocurrido en Ayotzinapa, es más, debería ser incluido en los actuales libros de Historia, así como los fraudes electorales, las estafas maestras y los grandes desvíos de recursos, las empresas fantasmas, las facturas falsas, la proliferación del narco y la extorsión, en fin, la descomunal corrupción insertada en todos los ámbitos del quehacer político”.

 

Por su parte, el pensamiento Conservador se maneja bajo este esquema: Ama lo extranjero, desprecia a nuestros pueblos indígenas; se muestra contrario al voto universal si éste no lo favorece; en el siglo pasado se opuso a la desamortización de los bienes de la Iglesia y a la libertad religiosa; ensalzó a Maximiliano y a Iturbide; repudió las Leyes de Reforma y a Benito Juárez; detestó el anticlericalismo de la Constitución de 1917; apoyó a Porfirio Díaz y a Victoriano Huerta…

Ahora es partidario de la Libre Empresa, contrario alderecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo. No tiene Ideología, tiene intereses.Precisamente, esa Ultraderecha busca un enemigo y le culpa de todos los males, demonizándolo. Esparce la especie fascista, racista y xenófoba que siempre ha pretendido. Después, como el trastornado partido Vox de España, habla de una conspiración internacional de izquierdas.

¿Podríamos dialogar con estos individuos? Un modo de pensar dialógico, sí de la mente consigo misma, pero también con el otro. Los Diálogos—de bastante importancia en la Edad Media heredados de la antigüedad—son la pieza literaria por excelencia del Renacimiento en oposición al escolasticismo mecánico del comentario y el silogismo. Pero el Diálogo, como modo de sociabilidad tranquila, de valorización de la opinión ajena, del aporte del modo de decir y de encontrar puntos intermedios, consensos sobre determinados temas. Sin duda, un modo nuevo, horizontal diríamos, de concebir la construcción del conocimiento.

¿Sí…podríamos?

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