Es revelador el reportaje sobre el sector farmacéutico en nuestro estado con el que hoy inicia su participación en La Jornada Morelos el especialista en divulgación de la ciencia e innovación tecnológica Antimio Cruz, lo es por varias razones que, en el fondo, demuestran que el cambio de paradigmas, de hacer las cosas fuera de los nichos de confort, pueden traer beneficios inesperados, incluso cuando las cosas pintan bien.
La importancia de la industria farmacéutica en Morelos no se puede soslayar pues, desde hace 10 años produce la décima parte de todo el Producto Interno Bruto estatal. Morelos es el cuarto estado de la República con más fuentes de empleo relacionadas con el sector farmacéutico y biofarmacéutico, y da empleo a 4 mil 424 trabajadores especializados en toda la cadena de producción.
Lo más importante: en nuestro territorio se han encontrado “todos los eslabones de la cadena: desde una decena de universidades y centros de investigación formadores de profesionistas especializados en química, farmacéutica y biotecnología, hasta 35 plantas manufactureras de empresas como Baxter, Mexama o GlaxoSmithKline y cientos de distribuidoras mayoristas y minoristas”. Cabe recordar que en este concierto figura de manera notable la Facultad de Farmacia de la UAEM, única a nivel nacional y que recientemente celebró su 25 aniversario.
Ante un panorama tan prometedor cualquiera podría pensar que bastaría con dejar que todos continúen su trabajo, pero no es así.
Como se apunta en el reportaje “el reto principal que encara el estado es articular a protagonistas fuertes que ahora trabajan por separado”, para lo cual, en primer lugar, se requiere un cambio cultural, el tan trillado cambio de paradigmas. Algo que no es tan fácil en una comunidad científica y empresarial como la nacional, tan afecta a cuidar con celo sus cotos de influencia, es decir, la tan llevada y traída “torre de marfil”.
Los científicos y productores morelenses necesitan abrirse a la participación e intercambio internacionales. Y no solo ya se está trabajando en ello, sino que ya ha habido resultados.
Quizá en un futuro cercano, esta industria multiplique la derrama económica que ya aporta a Morelos y supere ese diez por ciento del PIB para beneficio de todos nosotros.
