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Hugo Carbajal Aguilar

El socialismo ha muerto… ¡Viva el socialismo! Estas reflexiones pretenden recuperar el sentido de las luchas sociales más acérrimas en pro de la satisfacción de los mínimos necesarios para los pobres. Porque eso es optar por el Socialismo, una alternativa radical a una economía depredadora, injusta y mezquina. Una economía en donde los poderes políticos, económicos, mediáticos, culturales y hasta eclesiásticos se amafian en contra de los que producen la riqueza, los trabajadores.

La pregunta esencial es ésta: qué modelo económico-políticoes el mejor para nuestros países, ya que la mayoría de los expertos han acordado dar por muerto al Socialismo. Observemos las actitudes izquierdosas que pululan, veamos si tienen razón en acomodarse a las circunstancias haciendo a un lado las convicciones sólo con el afán de sobrevivirfinancieramente. Veamos:

1. No se está preparando una alternativa al sistema sino la simple alternancia al mismo.

2. Hay una política electorera, así como el olvido de lo que debe ser su referente y su base social.

3. Atribuye nula importancia a la lucha por las ideas y al conocimiento de las mismas, es decir, a la construcción de una conciencia alternativa.

4. Su intelectualismo, teñido de desprecio, así como su pragmatismo muestra una total despreocupación por los principios y por la Ética.

5. Se dedica a vivir de una renta de posición, evitan así el lento trabajo de construir conciencias, relaciones de poder desde abajo, militantes, cuadros, dirigentes, proyectos.

Los principios –manoseados en frecuentes discusiones- les estorban.

Ésta sería una de las múltiples formas de acabar con un movimiento en gestación que ha aparecido en el horizonte político como una herramienta de transformación. MORENA se sumaría así a las llamadas Izquierdas Light cuya meta ha sido enquistarse en el poder, conservarlo por un tiempo y disfrutarlo incrementando vanidades personales.

Las propuestas de MORENA no son, ni con mucho, objetivos de orden socialista o radicales. No. Tienen que ver con mejorar la situación de los pobres en cuanto a su trabajo, sus ingresos, su atención médica; fortalecer al campo como motor de producción de alimentos; impedir la migración y el desempleo; hacer que el Estado cumpla satisfactoriamente con los Artículos 3º (Educación pública, laica, gratuita y obligatoria); el 123 (trabajo digno y derechos laborales); el 25 (el Estado, Rector de la Economía). No el Mercado, el Estado. MORENA no concibe a la clase empresarial como adversaria o enemiga. Se le pide que pague impuestos como se debe y que cumpla con la atención debida a sus trabajadores como estipula la Ley. 

¿Se administra mejor el Capitalismo? ¿Hay un Capitalismo de rostro humano? ¿Es esto la Tercera vía que se considera una traición al Socialismo? ¿Una nueva concepción del Welfare State? ¿Se instala la Socialdemocracia?

¿Qué tiene que hacer la izquierda? Pregunta pertinente dadas las circunstancias. No perdamos de vista que este nuevo gobierno es resultado de un impulso popular por otro régimen.

MORENA tiene que comprender su compromiso, no puede limitar su objetivo a obtener espacios de poder. No. Vamos, un partido es una herramienta para el cambio, para la transformación. En ese sentido el único partido coherentefue el Partido Comunista a pesar de que expulsó a militantes sumamente distinguidos como José Revueltas, Diego Rivera, Frida Kahlo, David Alfaro Siqueiros, Demetrio Vallejo, Valentín Campa o Arnoldo Martínez Verdugo, ejemplos comprometidos. Las lecciones de la Historia son alimento obligado si realmente queremos una transformación radical.

A menos que los trabajadores nos organizáramos independientemente si los grupos anticapitalistas nos ayudaran creando Bibliotecas populares, Casas del Pueblo, cooperativas, círculos de instrucción y discusión gratuitos.

MORENA no está hecho para ser una palanca de transformaciones sociales ni una herramienta para la lucha: es un instrumento meramente electoral que cree que el mundo se cambia poniendo más papeletas que otros en las urnas e imagina que las instituciones que disputará -y no en las sedes del capital financiero internacional- se deciden las leyes y las políticas. Piensa, además, que la ocupación de puestos de gobierno equivale a conquistas de posiciones de poder.

No opta por ganar las conciencias ni por dar una batalla ideológica. No opta tampoco por las luchas, sino por las movilizaciones electorales. Nada de lo que sucede en el mundo está presente en sus Congresos ni en sus programas ni en la acción y preocupación de sus dirigentes: -la crisis terrible del capitalismo con la posibilidad de guerras devastadoras y hambrunas… -la respuesta de los trabajadores a esa crisis… -la problemática de nuestra América Latina… -el desastre ecológico y la urgencia de preparar un cambio en las tecnologías energéticas…

¿Cómo combatir contra los efectos en México de un sistema capitalista que es mundial con una visión que ni siquiera llega a ser regional y que, para colmo, cree natural e inalterable este régimen que nos arrastra cada vez a abismos peores?

Discutamos: Política, Programa, Objetivos, Métodos de Lucha, Alianzas Sociales, Perspectivas Mundiales y la Construcción de un Partido de los Trabajadores que México necesita. Entablemos una defensa implacable contra la Ultraderecha Internacional que no tiene Ideología, tiene intereses. Que busca un enemigo y le culpa de todos los males, demonizándolo. Que esparce la especie fascista, racista y xenófoba que siempre ha pretendido.

Ya contamos con los gobiernos “progresistas” de México, Honduras, Argentina, Venezuela, Chile, Bolivia, Colombia y Brasil. ¿Estamos entendiendo hacia dónde tendríamos qué orientar nuestra lucha?

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