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PEDIMOS MÁS DE LO QUE DAMOS

Omar Said Olibares Hernández*

Muchas veces creemos que el trabajar todo el día o tener dos trabajos para contar con la solvencia económica necesaria y así satisfacer todas las necesidades de un hogar, es suficiente para pensar que estamos haciendo las cosas bien. Pero ¿estamos seguros de que a nuestras niñas, niños y adolescentes (NNyA) no les falta nada?

Para poder dar respuesta a la interrogante anterior, debemos analizar cuáles son los derechos de los NNyA. Empecemos con que el artículo 13 de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes enlista una serie de derechos entre los que destacan el derecho a la vida, a la paz, a la supervivencia y al desarrollo, a la identidad, a vivir en familia, a vivir en condiciones de bienestar y a un sano desarrollo integral, entre otros más.

Mientras que, el artículo 4 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos nos dice que tienen derecho a la satisfacción de sus necesidades de alimentación, salud, educación y sano esparcimiento para su desarrollo integral, y que los ascendientes, tutores y custodios tienen la obligación de preservar y exigir el cumplimiento de estos derechos y principios.

Como podemos darnos cuenta, los derechos de nuestros NNyA no se limitan en inscribirlos en la mejor escuela, en comprarles ropa de diseñador, o el calzado que esté de moda, los aparatos electrónicos más costosos o incluso comprarles un vehículo. ¿Y saben por qué?, porque están haciendo a un lado diversos derechos que constitucionalmente están obligados a garantizar y, en su caso, a exigir que se cumplan.

¿Qué pasa cuando le dices a tu hijo o hija: “ya te compré todo lo que querías ahora tienes que hacer lo que yo te diga”? sin importar que es lo que piensen, lo que nos quieran expresar o su estado de ánimo. O cuando pasó todo el día sintiéndose mal de salud, pero por no estar presente no se dieron cuenta que requería de cuidados.

Cuando no pueden opinar porque “esos temas son de adultos”, limitándolos a realizar cualquier tipo de expresión, es más, cuando tienen dudas y la respuesta es “cuando vayas a la escuela le preguntas al maestro”. ¿Qué tal cuando decide estudiar alguna carrera y se le niega porque tiene que estudiar lo mismo que su padre o alguna otra carrera? frustrando todos los sueños, inspiraciones, proyectos y metas. Entonces, ¿estamos seguros de que no les falta nada?

Respondiendo las preguntas anteriores, podremos darnos cuenta de que de alguna forma aún se siguen violentando sus derechos y que la mayoría de las veces no los hacemos efectivos o se violentan de forma inconsciente. Si bien es cierto que a veces no contamos con los medios económicos para que puedan gozar de todos sus derechos, sí estamos obligados constitucionalmente a exigir su cumplimiento.

Por eso es importante que todos los que estamos obligados a garantizar que los NNyA gocen de todos sus derechos, estemos informados de los programas gubernamentales que ofrecen los tres niveles de gobierno para que tengan acceso a programas de asistencia en las distintas materias, y logremos que tengan un desarrollo integral.

Actualmente podemos solicitar la incorporación a programa de Apoyo para Niñas y Niños, Hijos de Madres Trabajadoras; Programa Familias Fuertes. Niñez Indígena; Vivienda Indígena Digna; Programa de Infraestructura Indígena; Desarrollo Integral Indígena, Programa Becas Benito Juárez que consiste en otorgar Becas para Nivel Básico, Nivel Medio Superior, Jóvenes Escribiendo el Futuro y Becas Elisa Acuña, entre otros muchos más.

El acceso a esta clase de apoyos gubernamentales es una vía eficaz para que verdaderamente puedan gozar NNyA de sus derechos, en esa tarea los padres, tutores o responsable de su crianza, pueden realizar las peticiones conforme a las convocatorias que se emiten para que no quede en un simple “no puedo o no tengo”, cuando se trate de satisfacer necesidades primordiales. Eso sí, todas las autoridades tienen la obligación de atender con oportunidad, empatía y prioridad las peticiones planteadas.

Como n muchas ocasiones no se hace por falta de información o negligencia de las autoridades, podemos imaginar la cantidad de NNyA que no cuentan con un acta nacimiento, cuantos se encuentran trabajando, en qué condiciones lo hacen, cuántos viven en situación de calle sin un hogar y con múltiples necesidades básicas, entre ellas, la falta de atención médica por consumo de sustancias, la comisión de posibles conductas ilícitas, entre muchos otros aspectos.

Por ello, es de vital importancia llevar a cabo la difusión de sus derechos en el ámbito escolar y social, además de difundir la forma y los medios de cómo se pueden garantizar y exigir su cumplimiento.

Con toda esta información le pregunto: ¿estamos seguros de que a nuestros NNyA no les falta nada?

Nos leemos en la próxima columna.

*Juez de Control, Enjuiciamiento y Ejecución de Sanciones del Tribunal Unitario de Justicia Penal para Adolescentes