Héctor Zetina Vega*
Durante los años 2023 y 2024, después del periodo de confinamiento por la pandemia, el Valle de Cuahnáhuac, que incluye los municipios de Temixco, Jiutepec, Emiliano Zapata, Xochitepec, Cuernavaca y un área importante de los municipios de Huitzilac y Tepoztlán, ha presenciado un preocupante aumento en los niveles de contaminación del aire. Especialmente de partículas finas, que constantemente sobrepasan los límites de las normas mexicanas y, en mucho mayor medida, las normas internacionales. El año 2024 ha sido especialmente crítico debido a la influencia combinada del drástico aumento de la temperatura en la región, la sequía, los incendios, la proliferación de las fuentes de emisiones y la ausencia regulatoria de las autoridades para reducirlas.
Los niveles de material particulado fino (PM 2.5), registrados por los sensores del Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire de Morelos (OCCAdeMor), presentan promedios mensuales récord de 42 µg/m³, en abril, y 57 µg/m³, en mayo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece un límite seguro de 15 µg/m³ como promedio diario y 5 µg/m³ como promedio anual. Los promedios mensuales registrados en Cuernavaca exceden ampliamente estos límites, lo que representa un peligro significativo para la salud pública.
A pesar del deterioro ambiental y los riesgos evidentes, la respuesta de las autoridades locales ha sido insuficiente. La falta de información adecuada y oportuna sobre las consecuencias de la contaminación atmosférica ha condenado a la población a la ignorancia sobre el aire que respira y al deterioro de su salud. La ausencia de campañas informativas y de alerta temprana contrasta con la urgencia de la situación, evidenciando una desconexión entre las necesidades de la comunidad y las acciones gubernamentales. Esta falta de comunicación no solo agrava los problemas de salud pública, sino que también socava la confianza en las instituciones, supuestamente encargadas de proteger el bienestar de la población.
Pero si por el lado del mal gobierno las cosas no marchan bien, desde abajo, la batalla ancestral que pueblos y comunidades sostienen en defensa de la Madre Tierra y el territorio se actualiza en los modos y tiempos contemporáneos. La voluntad de las mujeres organizadas en todo los frentes ha sido fundamental para la defensa de los pilares de la vida en la región: liderando la oposición a la minería en las comunidades de Cuentepec y Tetlama; en el frente contra la corrupción de empresas y gobiernos locales en Jiutepec por el incendio del basurero clandestino de la antigua mina de tezontle en Tezontepec, y en la defensa de la naturaleza desde la organización civil, como el emblemático colectivo Guardianes de los Árboles. Estos son algunos de los muchos ejemplos de la imprescindible aportación de las mujeres desde lo local en la defensa de los derechos ambientales, y nos permite pensar que en los procesos de transformación hacia un futuro sostenible y equitativo es urgente una redistribución del poder y los recursos, y una economía que valore y respete los límites de la naturaleza y su capacidad de regeneración.
La crisis de la contaminación, no solo del aire, sino también del agua, los suelos y el deterioro de los ecosistemas locales exige una reflexión crítica sobre el modelo de desarrollo adoptado y una acción colectiva decidida. Abordar esta problemática seriamente nos obliga a pensar en el papel criminal de las estructuras de poder realmente existente y promover un modelo económico alternativo y solidario a escala regional, que respete los límites de la naturaleza y priorice la igualdad social.
En última instancia, la crisis de contaminación, no solo en el valle de Cuahnáhuac, sino en el mundo entero, es un llamado urgente para repensar nuestras relaciones con la naturaleza, y entre nosotros mismos. Aún podemos estar a tiempo para adoptar enfoques más críticos y solidarios, reconociendo la interconexión de los problemas socioambientales y buscando soluciones integrales, culturalmente pertinentes y justas para construir un futuro viable y sostenible para todas y todos.
¡Verdad y justicia para Samir Flores Soberanes!
¡Verdad y justicia para Mafer Rejón!
¡Viva Palestina libre!
*Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire de Morelos
