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Medios públicos y realidad digital

Antulio Sánchez*

En el reciente Informe de Noticias Digitales del Instituto Reuters se ofrecen datos interesantes, destaca que a pesar de que los medios periodísticos de diversas partes del orbe luchan con dientes y fuerza contra la ola de cambio de hábitos producida por lo digital, las plataformas y la tecnología móvil, lo cierto es que cada vez más se ve arrinconada y hoy se enfrenta a una situación nueva: conquistar a las nuevas generaciones que han crecido con diversos medios digitales y que dependen de ellos casi por completo.

El estudio cubre 46 países y mercados que representan a más de la mitad de la población mundial, en donde se incluyen países de Asia, Sudamérica, África, Norteamérica y Europa. Se ofrecen datos sobre los contrastados intereses entre las generaciones mayores —que no tienen problemas en que los contenidos informativos y noticiosos sean curados o mediados por periodistas especializados—, y las generaciones más jóvenes —que optan por opciones más participativas, personales y a la carta ofrecidas por plataformas.

El estudio de Reuters es amplio, aquí por cuestiones de espacio nos vamos a centrar en el papel e importancia de los medios públicos para las audiencias y la sociedad. Los medios públicos ocupan un lugar único en el ecosistema periodístico. En este caso se analizaron solo 19 países, en particular los europeos, que destacan por tener medios públicos de calidad. En un poco más de la mitad de dichos países analizados, la mayoría de encuestados indica que los medios públicos son importantes para ellos en lo personal. Y en el 80% de las naciones analizadas la mayoría dice que dichos medios son importantes para la sociedad en general, lo que implica que a pesar de no ser consumidos se valora su importancia.

Quienes consumen dichos medios públicos considera que tanto en lo personal como para la vida pública estos medios son relevantes. Por ejemplo, en Reino Unido el 39% de quienes consumen la BBC una o dos veces por semana indican que es importante para ellos, pero entre quienes la consumen tres veces o más el porcentaje sube al 65%. Y en cuanto al valor social, las cifras son 58% y 70%, respectivamente.

Un dato a resaltar es que, si bien los jóvenes son menos propensos a consumir medios públicos y, por lo tanto, también resultan menos inclinados a valorar su importancia, pero si se parte del nivel educativo entre el sector con mayor escolaridad e inclinado a la izquierda los jóvenes les dan mayor importancia a los medios públicos.

En términos generales se puede referir que los medios públicos tienen fuerza, pero también es verdad que la han ido perdiendo frente a las plataformas y los nuevos consumos audiovisuales. El problema para los medios públicos es que se enfrentan a una fragmentación intensa de la circulación de contenidos noticiosos y de entretenimiento, lo que ha llevado a una pulverización de las audiencias. Por ello el estudio refiere que el consumo de medios tradicionales, como la televisión y la prensa, continúa cayendo en la mayoría de los países analizados, y el consumo en línea y social no compensa la brecha. Los datos muestran que los consumidores en línea acceden a las noticias con menos frecuencia que en el pasado y también están cada vez menos interesados en esos contenidos. A pesar de la situación política y económica que enfrentan muchas personas, del momento político que atraviesan en sus naciones, menos de la mitad (48%) dice estar muy o extremadamente interesada en las noticias, frente al 63% en 2017.

En cuanto a los medios públicos, aproximadamente en el 80% de los países cubiertos la mayoría de los encuestados refiere que los medios de servicio público son importantes para la sociedad, interesante es que en un poco más de la mitad de los países, la mayoría de encuestados refiere que los medios de servicio público son importantes para ellos personalmente, pero lo relevante es que incluso quienes no son usuarios de dichos medios consideran que son importantes para la sociedad. Por ejemplo, uno de los países en donde la importancia de los medios públicos se considera destacado es Finlandia, en donde el 88% de los entrevistados consideran que es útil para ellos en lo individual y el 91% considera que también lo son para la sociedad. Le siguen España y Reino Unido, en donde el 65% considera que los medios públicos son importantes para ellos en lo individual y el 71% y 70% lo es para la sociedad, respectivamente.

A pesar de los cambios que se dan en torno a los consumos audiovisuales, el sistema de medios públicos de varios países europeos sigue siendo de gran importancia para la ciudadanía, son vistos como una fuente de noticias y programación de alta calidad que es independiente de la influencia política y comercial. El sistema de medios públicos de varias naciones europeas se considera de gran relevancia para la investigación y la educación. Financia una gran cantidad de investigación sobre temas sociales, políticos y económicos. También produce una gran cantidad de programas educativos para niños y adultos. Pero sobre todo son un modelo de comunicación que, a pesar de combinar los patrocinios públicos y privados, es elogiado por su autonomía, por ser independientes de los gobiernos en turno, por su pluralidad, por su interés en dar cuenta de la vida pública con sólidas investigaciones y abordar con profundidad los mismos temas coyunturales que afectan la vida política y social de dichas naciones.

Esto contrasta fuertemente con lo que sucede en nuestro entorno, en donde los medios públicos han estado al servicio de los gobiernos en turno, en donde cuenta con audiencias precarias. Es en la parte federal en donde se fue avanzando un poco más en nuestro país. La radio fue la que primero dio esos pasos, posteriormente llegaron sistemas como Imevisión en los años ochenta del siglo pasado, pasando por el Canal 11, lanzado en 1959, el Canal 22 que inició operaciones en 1982 y el más reciente el Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano o Canal 14, que empezó a operar en 2014. Su pluralidad paulatinamente se abrió camino, de la mano de buenas producciones y contenidos. Sin embargo, en este sexenio hemos tenido un retroceso evidente en cuanto a reflejar la diversidad de puntos de vista en lo social-político.

Los medios públicos siempre se han desenvuelto entre carencias y precariedades, con personal apasionado por sus trabajos, pero mal retribuidos, con falta de modernización de su infraestructura, pero eso se compensaba con gozar de mayor libertad y pluralidad. Algo que se ha venido perdiendo ya que ahora priva la verticalidad absoluta, en donde se trata solo de ser escuchados, pero no de escuchar, en donde se dirigen a un tipo específico de audiencia no a las audiencias, a la pluralidad de quienes sostienen con sus gravámenes dichos medios. Se han tornado en medios oficialistas que no responden a las necesidades de expresión y comunicación de una sociedad que es cultural, étnica, social, lingüística e ideológicamente diversa.

La actual administración federal prometió que el sistema público de comunicación federal de nuestro país sería como el de la BBC, pero ha terminado más próximo al sistema público de comunicación cubano. Si algo caracteriza a los medios públicos mexicanos en la actualidad es haber dado paso a medios depauperados, sin suficiente presupuesto incluso para cuestiones esenciales, han terminado siendo espacios ideologizados y, de paso, se ha castigado severamente a las producciones independientes y han terminado únicamente como cajas de resonancia de la 4T.

@tulios41

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