loader image

Ayer en el Congreso se debatió el problema de la insuficiencia de recursos para proveer de placas y tarjetas de circulación a los morelenses que poseen vehículos automotores.

El juego de vencidas entre los Poderes Legislativo y Ejecutivo ya afecta desde hace tiempo a la población, mientras que nadie parece estar dispuesto a ceder porque realmente el problema es político y nadie quiere claudicar, mucho menos en estos tiempos.

Hay diversos problemas. Parece que el Ejecutivo se había acostumbrado a utilizar las libres transferencias para ir distribuyendo parte del presupuesto en los huecos que tenían que haber sido previstos en la elaboración del plan de trabajo de cada dependencia, y ahora extrañan ese mecanismo que el Congreso tuvo especial cuidado en cancelar.

El conflicto, que hizo crisis hace unos meses cuando el gobierno estatal interpuso una controversia constitucional contra el presupuesto que -después de muchos jaloneos- se aprobó en el Congreso y que es el que está vigente actualmente, ya ocasionó que la Suprema Corte de Justicia suspendiera la aplicación del llamado Fondo Municipal que ya estaba en ejecución y, para decirlo rápido, nadie sabe en qué va a acabar la cosa simplemente porque la negociación está ausente de estos rincones del país.

En ese sentido, la presentación ante los diputados del titular de la Secretaría de Movilidad y Transporte (SMyT), Eduardo Galaz Chacón, fue una muestra de nadie sabe qué fue primero, si la gallina o el huevo, y a nadie le importa a fin de cuentas.

Galaz explicó que para la compra de placas y tarjetas de circulación en el presente ejercicio fiscal, se requieren más de 75 millones de pesos, es decir, 41 millones 487 mil pesos más que el presupuesto original. Los diputados dicen que les hubiera alcanzado el presupuesto original si unilateralmente no hubieran agregado diversos “candados de seguridad” que solamente encareció el material.

El Ejecutivo informó que en Morelos se padece un grave problema de falsificación de este tipo de identificaciones vehiculares y que por eso se decidió por incorporar, ni más ni menos, once medidas de seguridad adicionales a las requeridas por las autoridades federales, pero que no hay sobreprecio.

El Legislativo sostuvo que la gestoría social o coyotaje que opera en la SMyT ocasiona que enormes cantidades de placas se vayan a otros estados.

El Ejecutivo advierte que es urgente la ampliación presupuestal, pues desde principios de mayo se agotaron las tarjetas de circulación y las placas.

El Legislativo afirmó que no se aprobará ningún recurso adicional porque ellos sí están en contra de la corrupción.

El Ejecutivo reprochó que los diputados no se dignaron en recibirlos desde hace cuatro meses, cuando se les advirtió del problema, y éstos reviraron: lo que pasa es que el Ejecutivo no quiere dialogar con esta Legislatura.

No hubo ni un esbozo de solución para el problema, ni un plan B o la propuesta de una alternativa para que ambos poderes se encontraran a mitad del camino. ¿Y la gente? Bien, gracias, con sus placas de cartón, como dijo alguien. Empate a cero en la política morelense.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *