Por Roberto Abe Camil*
El Bosque de Agua es una paradisiaca región de paisajes alpinos, zona boscosa rica en flora y fauna ahora gravemente amenazadas, del lado morelense se extiende desde el Tepozteco, la Sierra del Chichinautzin y la Lagunas de Zempoala para propagarse por el Ajusco, el Desierto de los Leones y la Sierra de las Cruces, son más de 200,000 hectáreasentre la Ciudad de México, Toluca y Cuernavaca.
Más allá de su importancia como un referente de rica biodiversidad en el centro del país, el Bosque de Agua, de ahí estriba su nombre, es la “cisterna” que capta el agua que nutre los mantos freáticos que abastecen en buena parte de agua a las zonas metropolitanas de las ciudades arriba mencionadas.
La explosión demográfica y el crecimiento urbano desmedido, anárquico y desordenado han puesto en riesgo al Bosque de Agua, merman día a día su extensión geográfica y los parajes sembrados de pinos, oyameles y pastizales que atraen lluvia dan paso ahora a extensiones áridas y polvosas con las catastróficas consecuencias que ello representa. Pero si bien el atentado ambiental es de grave consideración, de la misma forma lo es el que el crimen en todas sus manifestaciones se ha apoderado del Bosque de Agua, convirtiéndolo en su coto particular. Sin temor a exagerar, la situación que prevalece en el lugar es equiparable a una situación de guerra, pues el estado ha perdido el control de unazona geográfica de considerable extensión. En el caso de Morelos, la región que comprende el Municipio de Huitzilac hace mucho que es dominio de la delincuencia, entre ellos los talamontes, lo cual no es cosa menor, pues es la entrada y salida norte de la entidad, por buena parte de su territorio atraviesan la autopista México-Cuernavaca y la alterna carretera federal.
La autopista México-Cuernavaca fue inaugurada por el presidente Miguel Alemán el 18 de noviembre de 1952, la primera de cuota en el país, una obra de gran calado que daba cuenta del progreso del México post revolucionario. No solo era la puerta a la entidadtransportando personas y bienes y en consecuencia detonando el desarrollo económico de Morelos, sino que fue la llave que abrió la puerta al turismo acotando los tiempos a Acapulco, ya con Salinas de Gortari se ampliaría hasta el puerto, pero hizo de Cuernavaca y sitios como Cocoyoc los destinos turísticos preferidos y recurrentes de los capitalinos.
Hoy la autopista es un infierno, además de bloqueos e imprudentes enjambres de motociclistas, está a merced de criminales a todas horas del día, los asaltos, homicidios, secuestros, extorsiones y feminicidios están a la orden del día. Fuertes rumores de que los habitantes de la zona están coludidos o encubren a quienes delinquen trascienden en medios y redes sociales. La única acción que han tomado las autoridades de Seguridad Pública es recomendar a los usuarios de la autopista no detenerse por ningún motivo a ninguna hora. Tienen razón, hace unos días una pareja de adultos mayores se detuvo un instante en una bahía para acomodar su equipaje y en cuestión de segundos saltaron de la maleza tres forajidos quienes los despojaron de sus pertenencias y amenazaron con asesinarlos. Repuestos del susto se trasladaron a un puesto de la Guardia Nacional en la caseta de Tlalpan y una oficial les respondió que lo lamentaba pero que solo cuentan con una unidad para patrullar el tramo México- Cuernavaca. A esta grave confesión de la oficial, se suma el rumor de que patrullas clonadas de la Guardia Nacional recorren el trayecto delinquiendo.
La carretera federal tampoco es la excepción y los delitos ocurren de igual manera, incluso el Centro de Producción Ovina de la UNAM a la orilla de la vía ha sido asaltado a mano armada y de forma violenta. Las Lagunas de Zempoala son territorio vedado para los visitantes y transitar por ahí rumbo a Toluca, a cualquier hora significa jugarse la integridad física. Adicionalmente pagar una cesión de derechos para hacerse de un terreno o una casa en Huitzilac entraña correr el riesgo de ser extorsionado por agresivoscomuneros que obligan a los compradores a pagar de nuevo por su inmueble o bien a abandonarlo de manera inmediata.
En lo que atañe a la fracción morelense del Bosque de Agua, son décadas que está sometido al crimen y a la impunidad. Será prioridad del próximo gobierno restituir el Estado de Derecho, no solo como garantía constitucional de tránsito, o elemento indispensable para la paz social, sino también para preservar nuestro medio ambiente y el agua de Cuernavaca.
*Escritor y Cronista Morelense.
