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En entregas anteriores se ha reseñado la trayectoria del Heroico Colegio Militar a lo largo de dos centurias, así como de la participación e incorporación plena de la mujer al Ejército Mexicano partiendo desde su pie veterano las fuerzas insurgentes en 1810, hasta nuestros días. Es por ello por lo que es obligado hacer mención también de la participación femenina en la Guardia Nacional (GN) y particularmente la formación de las jóvenes suboficiales en el Heroico Colegio Militar.

Muy polémica ha sido la resolución de que la Guardia Nacional surja como un cuarto componente de las Fuerzas Armadas Mexicanas, los detractores aluden a una militarización de la sociedad o al hecho de que la GN deba contar con su propia academia para formar a sus cuadros, sin embargo, el espejo de la historia y de las circunstancias actuales dan cuenta que la decisión ha sido acertada.

La Guardia Nacional no es un invento nuevo, tuvo su origen en las milicias que se reclutaron en la Nueva España ante la falta de tropas del rey en el virreinato, consumada la independencia se organiza la Guardia Nacional para defensa del país y para coadyuvar en la seguridad interior. La Guardia Nacional se distinguió combatiendo a los norteamericanos en 1847, engrosando las fuerzas del Ejército Liberal en la Guerra de Reforma y batiendo a los franceses el cinco de mayo de 1862. Restaurada la república en 1867, fue disuelta y sus funciones interiores fueron suplidas en distintos momentos por rurales y agraristas.

La actual situación de inseguridad que desde hace lustros priva en México ha derivado en la necesidad de formar de nueva cuenta a la Guardia Nacional, y el fracaso de la Policía Federal de Calderón y García Luna justifican no solo la estirpe castrense de la GN, sino que debe operar bajo la certeza de la disciplina y virtudes que caracterizan a las fuerzas armadas. En consecuencia, se ha dispuesto la formación de los suboficiales de la GN en el Heroico Colegio Militar, hombro con hombro con sus pares del ejército. Al formarse en el histórico plantel se garantiza su preparación bajo los tres ejes que distinguen al sistema educativo militar mexicano: el filosófico, el académico y el militar.

Aquí y al igual que sucede en el ejército, bajo un marco absoluto de equidad de género, muchachas de todos los rincones del país, han causado alta como cadetes de Guardia Nacional en el Heroico Colegio Militar. Reciben con el curso básico que es el mismo para todas las armas y servicios del ejército, el adiestramiento necesario para las actividades operativas, a su vez consolidan un espíritu de cuerpo que las hermana con sus compañeros de SEDENA para futuras operaciones conjuntas y se forjan bajo las cinco virtudes que son prenda de los hijos del plantel: honor, lealtad, patriotismo, valor y abnegación.

Si el adiestramiento militar y ético es similar al de sus compañeras cadetes del ejército, el académico está dirigido al rubro de seguridad pública que será el ámbito de su competencia e incorporando elementos fundamentales para la misma como lo es la proximidad social. El desempeño académico de las cadetes de la Guardia Nacional es destacado, de ello dan cuenta sus tesis de licenciatura donde acreditan su profesionalización en temas jurídicos, de Derechos Humanos, protección del patrimonio cultural de México en otros. La excelencia en la formación que brindan los planes de estudio en el Heroico Colegio Militar, son garantía de una trayectoria profesional al servicio de México, a todo lo anterior se añade una intensa actividad deportiva y un estilo de vida sano.

Al egresar del Heroico Colegio Militar, lo hacen, como ya se mencionó con el grado de suboficiales de la Guardia Nacional, así como Licenciadas en Seguridad Pública, incorporándose a las distintas unidades de su corporación a lo largo y ancho del territorio nacional, se suman a miles de mujeres que ya sirven en la Guardia Nacional como tropa o en puestos administrativos. Incluso hay ya mujeres volando los helicópteros “Black Hawk” del componente aéreo de la Guardia Nacional.

Al igual que sus compañeras en el Ejército, las cadetes de la Guardia Nacional están a la altura de las expectativas y del enorme reto que conllevará restituir el tejido social. Hoy esta historia de éxito es una magnífica oportunidad de vida para las jóvenes morelenses y del resto de nuestro territorio con vocación de servir a su país y a sus instituciones.

*Escritor y cronista morelense.